Por: Manuel Narváez Narváez
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Se terminó el talento en la oposición.
Tras varios meses de permanecer en las sombras y con el pretexto de ´renovarse´ para hacer frente al gobierno de López Obrador y su movimiento, irrumpe en el escenario nacional “fututo 21”.
Nombres reciclados provenientes de los despojos del PRD, el PRI, el PANAL y del foxismo se reunieron para presentarse como un nuevo proyecto político con fecha de caducidad en las elecciones federales del 2021. La mayoría, viejos conocidos del oportunismo perredista encabezan este mazacote que pretende aglutinar a la disidencia opositora al régimen de Andrés Manuel.
Sin más argumentos que sólo ser un contrapeso a las políticas públicas implementadas por el actual presidente, los ´Chuchos´ Ortega y Zambrano, convocaron al excandidato presidencial Gabriel Quadri, al ex rector de la UNAM, José Narro, al gobernador Silvano Aureoles, al senador Miguel Mancera, a los corralistas Fernando Belauzarán y Guadalupe Acosta Naranjo, al ex vocero de Fox, Rubén Aguilar y a la excandidata a la jefatura de la CDMX, Purificación Carpinteyro.
Cualquiera con una pizca de información recordará que la mayoría de estos personajes representan una elite izquierdizada que acaparó por años las candidaturas a diputados federales y senadurías del perredismo, las que alternaron con sus cónyuges y más cercanos. Todas plurinominales.
Alejados del ciudadano común y huérfanos de un proyecto sólido y ecuánime de nación, este grupo de reciclados busca apoderarse de las siglas del PRD por medio de un traslape, para así evitarse el ridículo de no cumplir con los requisitos en la conformación de ooootro partido político.
Amparados por la fama mediática, el reducido grupo fue capaz de llamar la atención, sin embargo, las reacciones de los analistas no les fue favorable. La iniciativa privada y los líderes de los sectores productivos, sencillamente ni en vista los pusieron.
Con el pragmatismo que los caracteriza, los presuntos futuristas quieren aprovechar la coyuntura política por la que atraviesa su viejo enemigo dgomático y erigirse como un contrapeso moral, solo que adolecen de una cosa: MORAL.
Quizás lo único rescatable de la irrupción mediática de Futuro21 fue el atrevimiento (hay muchos que ven cinismo) para salir a escena y presentarse como factor de cambio. Por lo demás, parece una broma política de muy mal gusto.
Si los izquierdizados fueron atrevidos al presentarse públicamente, seguramente lo hicieron porque la otra oposición, la del PAN, simplemente no existe. La estatura política del dirigente nacional del albiazul es tan insignificante que apenas si roza la altura de los de Futuro21.
Aclaro que, de ninguna manera otorgo certificado de confianza al presidente de la república, ni a la mayoría de sus decisiones que, a mi juicio, han llevado a una ladera peligrosa el presente y futuro mediato del país.
Sí es cierto que a México le urgen hombres y mujeres honestos y congruentes que lo amen y procuren el bien común, provistos de los más elementales principios de amor y respeto, sin distinción de ninguna clase.
Sé que los hay, y muchos., pero salgan ya por favor porque la patria está en peligro en tanto continúe la caída libre en materia económica, se agudice la inseguridad y aumenten los feminicidios.
Es cuanto.