Por Pablo Castañeda
La tasa de desempleo en México cerró el mes de junio con el 4% de la población económicamente activa, un nivel que se acerca al 3,5% que registraba antes del Covid-19, no obstante, una de las cicatrices que dejó la crisis es un empleo incluso más precario de lo que era antes de la pandemia.
Las estadísticas muestran que la población económicamente activa fue de 57,4 millones de personas en junio de 2021, es decir, que 6,5 millones de personas han retornado al mercado laboral tras más de un año de pandemia, pero todavía queda un millón que no se ha reincorporado, aunque este crecimiento se ha basado en el empleo informal.
Recordemos que el concepto empleo informal, incluye todo trabajo remunerado, tanto si se trata del autoempleo como empleo asalariado pero que no está registrado, regulado o protegido por marcos legales o normativos, así como también trabajo no remunerado llevado a cabo en una empresa generadora de ingresos.
Los trabajadores informales no cuentan con contratos de empleo seguros, prestaciones laborales, protección social o representación de los trabajadores. Según los últimos datos aportados por parte de la Organización Social del Trabajo (OIT) sobre el impacto de la pandemia del COVID-19 en el mercado laboral revelan su efecto devastador en los trabajadores de la economía informal y en cientos de millones de empresas en todo el mundo.
Como siempre, los datos contrastan con los manejados por el mandatario federal que sostiene que en 2021 se recuperaron los empleos, pero la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), reveló que en el primer trimestre del año, 6 de cada 10 personas económicamente activas laboran en el sector informal; esta cifra aumentó 2.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año pasado 2020, justo antes de comenzar la pandemia por el Covid-19
En el rubro de Informalidad Laboral, en el que se ubica el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social, la ENOE arrojó que 6 de cada 10 personas se encuentran en esta condición en Zacatecas.
De manera detallada, 166 mil 986 conformaron específicamente la ocupación en el sector informal, cifra que significó 25.5 por ciento de los ocupados, 20 mil 289 corresponden al servicio doméstico remunerado, 88 mil 158 a empresas, gobierno e instituciones y 122 mil 02 al ámbito agropecuario.
Por entidad federativa, Zacatecas ocupa la posición 21 en cuanto a la menor tasa de informalidad laboral con 60.6 por ciento. Con relación a la duración del desempleo, en el estado de Zacatecas, 33.2 por ciento de las personas desocupadas declaró tener hasta un mes en esa situación, en tanto que la duración del desempleo del 30.0 por ciento de esta población es de más de un mes y hasta 3 meses.
Sin embargo, es evidente el alto número de personas que se dedican a labores como la recolección de materiales tales como PET, cartón o aluminio o bien con el número de vendedores y limpia parabrisas de todas la edades en los cruceros de las ciudades con tal de tener ingresos económicos para la compra de alimentos básicos de sus familias, esto como síntoma de la subocupación y desempleo en la entidad.
Recordemos que luego de la reunión de gobernadores morenistas con el presidente nacional, Andrés Manuel López Obrador, este reiteró su compromiso de trabajar en conjunto en temas prioritarios como el desarrollo económico, el rescate al campo, la seguridad, además de la inversión y obra pública, siendo temas que son primordiales para la entidad zacatecana sobre todo al día de hoy con la nueva gobernanza en el poder que debe ofrecer acciones y solución a sus votantes como es el caso de los maestros, quienes fueron un brazo fuerte en su campaña electoral y decisivo para su triunfo, que al no recibir su pago se han dedicado a protestar contra el recién ungido gobernador de Morena, problema que aún no tiene solución ni la tendrá sino responde el gobierno federal con recursos extraordinarios.
Y tanto los desempleados, los trabajadores del sector informal y ahora los docentes que pusieron sus esperanzas en el primer morenista de Zacatecas, ven vacías palabras y frases como la responsabilidad, la honestidad, austeridad, el no mentir, no robar y no traicionar al pueblo y luchar contra la corrupción sirviendo al pueblo.
Ya estamos a 12 días de asumir el cargo y se demuestra en los hechos que tras 11 años de campaña la 4t no tiene un plan meditado para enfrentar este flagelo que afecta a los ciudadanos y hasta el momento no se siente el respaldo de la federación siendo que el presidente de México tiene en la agenda otros proyectos de su interés y poco le importa lo que se diga sobre el abandono de su gobierno a la entidad donde se asentó la esperanza.
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