El senador David Monreal Ávila exhortó a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados a que en el proceso de análisis, discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2017, se destinen recursos económicos suficientes que fortalezcan la productividad agrícola del país.

“La lucha por las tierras ha tenido gran relevancia en la identidad del campesino», dijo y recordó que la reforma agraria se originó en una revolución popular de gran envergadura, pero en las últimas décadas el gobierno olvidó al campo, y fue porque prefirió abrir las puertas del mercado a productores extranjeros, y dejó en desventaja a los nacionales.

El sector rural ha tenido un deterioro progresivo en los últimos años, la reforma agraria quedó inconclusa, y sus objetivos sociales y económicos no se lograron a cabalidad. La producción rural, administrada y financiada por el Estado, ocupa un lugar estratégico, pero el sector se ha vuelto pequeño y con pocas posibilidades financieras y técnicas derivado del olvido gubernamental y un modelo privatizador que desplaza a los pequeños productores.

Precisó que “el futuro del campo no es optimista, los problemas que enfrenta son variados, de los cuales se pueden enunciar –dijo- más no limitar, la poca productividad, afectaciones derivadas de los desastres naturales, sequía, migración, narcotráfico, falta de programas sociales, corrupción en la entrega de los apoyos, inserción de productos transgénicos y el recorte presupuestal”.

Del total de población que hay en el país, “el 78% vive en zonas urbanas mientras que 22 % se encuentran en zonas rurales. En 2012, habían 16.7 millones de personas viviendo en zonas rurales en situación de pobreza; el 61% de la población rural total, de ese porcentaje 5.2 millones presentan una situación de pobreza extrema, mientras que el resto se ubicó en un estado de pobreza”, señaló.

El campo se envuelve en una telaraña de problemas y atrasos que deben ser atendidos. La falta de desarrollo tecnológico tiene al campo mexicano en clara desventaja, sin herramientas para una industria consolidada, el mercado es voraz para quienes no cuentan con la maquinaria y procesan su productos con mayor costo de tiempo y recurso humano.

David Monreal lamentó que actualmente “el 90% de la producción de semillas certificadas se encuentran en manos de empresas trasnacionales, cuestión que es poco entendible, pues México con las cantidades de tierras y campesinos que tiene debería ser líder en el ramo agrícola.

En razón de eso se debe invertir de manera eficaz y eficiente en el campo mexicano, en proyectos productivos para lograr fortalecer de una vez por todas, la agricultura rural”.

Contrario a lo anterior, en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó el paquete económico del próximo año, donde se marca un recorte presupuestal a varios sectores, uno de los más castigados fue el campo mexicano.

Monreal Ávila explicó que “a diferencia de 2016, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), sufrirá un importante recorte a su presupuesto de 29.1% para el próximo año, de acuerdo con el proyecto de presupuesto enviado a la Cámara de Diputado”.

En caso de ser aprobado en sus términos la asignación de recursos para el año 2017 para la SAGARPA será de 62 mil 158 millones de pesos, mientras que en 2016 el presupuesto para el campo fue de 87 mil 638 millones de pesos.

De acuerdo con la estrategia de la dependencia para el próximo año, se busca avanzar en la progresividad del “PROAGRO Productivo”, por lo que se propuso reducir aún más la superficie máxima del incentivo, para continuar beneficiando principalmente a los productores de los estratos de autoconsumo.

En este tenor, subrayó Monreal Ávila que “el Poder Ejecutivo Federal tiene la responsabilidad de presupuestar con base en el pleno desarrollo de la agricultura nacional, pues es innegable que la producción de semillas básicas debe ser considerada como seguridad nacional, entendiendo esto como el principio de soberanía alimentaria. Es por esa razón que México debe aprovechar sus recursos y explotarlos para incrementar su productividad y desarrollo. El campo mexicano espera innovación con mayores herramientas para competir a nivel nacional e internacional”.