El informe país es un estudio que da cuenta del estado que guarda la calidad de la ciudadanía en México, desarrollado por un equipo multidisciplinario de especialistas provenientes de reconocidas instituciones académicas (CIDE, CIESAS, COLMEX, FLACSO, ITAM) y coordinado por la Dra. María Fernanda Somuano Ventura de El Colegio de México, dijo Juan Carlos Juan Carlos Merlín Muñoz, encargado de la Vocalía Ejecutiva de la Junta Local del INE en Zacatecas.

 

El estudio presenta información desagregada en cinco regiones geográficas, cinco estratos de interés y con la sobrerrepresentación en 10 estados y en 12 municipios.

 

Es resultado de más de dos años de trabajo conjunto del antes Instituto Federal Electoral con El Colegio de México. Es también uno de los proyectos de mayor envergadura que ahora el Instituto Nacional Electoral impulsa en el marco de su Estrategia Nacional de Educación Cívica.

 

Entre sus principales aportaciones, destacan la información actual sustentada, que permite hacer inferencias aplicables a nivel nacional sobre percepciones, prácticas y formas de ejercicio de la ciudadanía.

 

Parte de un novedoso enfoque metodológico, que contempló el diseñó de un sistema de indicadores para valorar la calidad de la ciudadanía, con el cual se sientan las bases para futuras mediciones e investigaciones complementarias; Presenta información específica de temas de actualidad, que puede constituir un valioso insumo en la formulación de políticas públicas.

 

Sus contenidos buscan contribuir el debate informado y plural sobre las condiciones de ciudadanía; La encuesta en sí, se integró por 82 preguntas, agrupadas en seis dimensiones: Estado de derecho y acceso a la justicia; Participación política y calidad de la ciudadanía; Sociedad civil y ciudadanía; Vida comunitaria y ciudadanía;  Valores y calidad de ciudadanía; y Redes personales y organizacionales.

 

Para desarrollar este Informe se aplicó una encuesta con representación a nivel nacional, a una muestra de once mil mexicanas y mexicanos en edad de votar.

 

Se desarrolló también un estudio dirigido a indagar sobre las formas de asociación ciudadana y sus redes de colaboración, mediante la realización de 169 entrevistas a líderes o representantes de asociaciones. Lo anterior representó la mayor innovación metodológica del estudio, ya que es único en su tipo en México.

 

Como dato relevante, destaca que siete de cada 10 mexicanos no confía en  otras personas, de ahí se deduce que la debilidad de la democracia es directamente proporcional a la precariedad de la ciudadanía.

 

La consolidación democrática en México exige instituciones que generen confianza e incrementen la responsabilidad del gobierno frente a la ciudadanía, aseguró.

 

Rubén de Jesús Ibarra Reyes, en sus comentarios sobre el Informe País aseguró que la consolidación de la democracia, debe ser una de las tareas prioritarias del estado en su más amplio sentido, labor a la que debe sumarse la sociedad civil, los partidos políticos, los institutos electorales y la misma universidad.

 

El fortalecimiento de las instituciones será la puta que determine los intereses colectivos e individuales de la clase política, en donde el final ideal de una democracia será, la consolidación de una ciudadanía verdaderamente sólida.

 

Ibarra Reyes señaló que según el informe país, uno de los verdaderos problemas de ésta construcción radica principalmente en la desconfianza generalizada del ciudadano, en donde la crisis alcanza la relación interpersonal.

 

José Arturo Burciaga Campos aseguró que lo importante de esta presentación es motivar a la revisión los resultados del informe país con la finalidad de reflexionar sobre el estado que guarda la calidad de la ciudadanía en México, y vernos como ciudadanos situándonos en tal o cual calidad. Cada persona puede percibir los datos de manera distinta en donde lo relevante para unos es irrelevante para otros.

 

La hipótesis central de este estudio es que la ciudadanía en México atraviesa por un complejo proceso de construcción que se puede caracterizar por su relación de desconfianza en el prójimo y en la autoridad, especialmente en las instituciones encargadas de la procuración de justicia, su desviación social en redes que vayan más allá de la familia y algunas asociaciones religiosas y su desencanto por los resultados que ha tenido la democracia.