Debo, luego existo… mitos y realidades del buró de crédito

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“Me metieron al buró y no han borrado”, “es la lista negra de los deudores”, “el buró dice a quien prestarle y a quién no”.

 Muchas veces se nos olvida que al firmar un contrato con cualquier institución financiera, llámese banco, aseguradora, Sofom, entramos en un convenio en donde asumimos derechos y RESPONSABILIDADES. Es fundamental que, analicemos los particulares de los contratos para evitar conflictos futuros, y en caso de que se presenten, solucionarlos de la manera más sencilla posible.

Y es que sin negar las responsabilidades del sistema financiero mexicano que tiene mucho por mejorar, es innegable que como consumidores financieros tenemos que asumir una mayor responsabilidad a la hora de tomar decisiones y hacer elecciones, ejemplo de ello es cuando afirmamos que nuestra imagen crediticia está siendo afectada por el buró.

Muchas personas se quejas y gran parte sin razón porque “estoy en el buró de crédito”, cuando la realidad es que todas aquellas personas que hemos solicitado un crédito a una institución financiera en el país estamos en el buró de crédito, estar en el buró no es malo siempre y cuando cumplamos con nuestras obligaciones crediticias en las fechas y durante el tiempo que nos comprometimos a hacerlo.

Entendiendo por lista negra a una lista de personas, instituciones u objetos que deben ser discriminados en alguna forma con respecto a los que no están en la lista, parecería que lo es, sin embargo son nuestras acciones y no las de buró las que nos llevan a estar registrados como alguien que no cumple sus obligaciones y dependerá única y exclusivamente de nosotros que nuestra información cambie, pues el buró no dice a quien prestarle y a quién no, sólo dice cual ha sido nuestro comportamiento en los últimos seis años respecto al pago de un crédito.

Las principales recomendaciones para conservar un buen historial crediticio son, más sencillas de decir que de hacer:

Primero, sólo comprometernos a lo que nuestros ingresos nos lo permite, evitando tentaciones de meses sin intereses, los pagos chiquitos y las compras de ocasión, que tanto problemas representan.

Segundo, pagar en la fecha que nos establecen la mensualidad, en caso de tarjeta de crédito pagar el total para no genera intereses o lo que podamos y que sea más del mínimo, pagar mínimos representa mantener al banco con intereses.

Tercero, en caso de problemas de liquides para pagar, hay que acercarnos a nuestro banco o las institución a la que le debamos, ellos prefirieren en la mayor parte de los casos, clientes que reconocen su situación pero que están dispuestos a pagar que aquellos que actúan como avestruces y esconden la cabeza ante los problemas.

Finalmente, si he sido cumplido, tuve problemas de adeudos que ya liquidé y sigo con mi información en buró como deudor, o desconozco mi reporte de buró es importante saber que existen instancias para resolver nuestra situación, ya sea pedir al banco que corrija nuestro historial crediticio o pedir al buró lo actualice, igual se puede acudir a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de los Servicios Financieros, Condusef

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