COMUNICADO DE HORTENSIA ARAGÓN
La decisión asumida por el Consejo General del Instituto Federal Electoral respecto a declarar fundada la queja de nuestro partido contra Hugo Valdemar, pero al mismo tiempo exonerar a la Arquidiócesis de México y al cardenal Juan Sandoval íñiguez de las calumnias e infundios proferidos contra nuestro partido, demuestra la proclividad de los integrantes del IFE a privilegiar en sus resoluciones las jerarquías y los cargos de algunos personajes por delante de la elemental justicia que debe prevalecer en nuestro país.
En meses pasados, nuestro partido interpuso una demanda ante el IFE en contra de la Arquidiócesis, de su vocero Hugo Valdemar y Sandoval Iñiguez, luego de que hicieran llamados a la ciudadanía a no votar por el PRD, y que incluso el portavoz de la Iglesia católica asegurara, entre otras cosas, que Marcelo Ebrard había impulsado leyes «destructivas de la familia que hacen un daño peor que el narcotráfico», afirmaciones que rechazamos y condenamos de nueva cuenta.
Con esta postura, el IFE abre la posibilidad de que los líderes de la iglesia Católica se inmiscuyan descaradamente en cuestiones políticas en las que, dado el carácter laico de nuestra constitución, tienen prohibido participar, y deja abierta la puerta para que con sus dichos y sus hechos los jerarcas se conviertan en piezas claves que pueden influir en la decisión final de los votantes de cara a las elecciones estatales que se desarrollarán este año en varias entidades y en las presidenciales del 2012.
Nuestro partido exige nuevamente al IFE hacer valer el carácter laico de nuestra Constitución Política y aplicar sin distingos la ley a los jerarcas católicos, cuyas violaciones constantes a los artículos 41 y 130 de la Carta Magna y al 353 del Cofipe merecen la aplicación de las sanciones pertinentes expresadas en ambos documentos.
El IFE debe convertirse en el árbitro imparcial que todos los partidos necesitamos de cara a las grandes decisiones que están por tomarse. No se puede permitir que la aplicación de las leyes y de las disposiciones en materia electoral siga durmiendo el sueño de los justos.