El Presidente del PRI, Gustavo Uribe Góngora, exigió hoy que el Gobierno Federal y la SADER resuelvan de manera definitiva las múltiples irregularidades que se están generando en los estados con la entrega de novillonas y sementales de desecho y a sobreprecio, porque en lugar de ayudar están afectando a la ganadería.
Destacó Uribe Góngora que lo mismo en Zacatecas. Chiapas, Oaxaca y en otros estados donde ya se entregaron lotes de novillonas y sementales, las denuncias se han multiplicado, señalando que son animales de desecho y que en el caso de las vaquillas tienen un costo en el mercado regular de 8 mil pesos y se les entregan a un costo de 16 mil pesos, mientras que los sementales se cotizan en 20 mil pesos y los entregan con un sobreprecio de 37 mil pesos.
Esta semana destacan las denuncias del Presidente de la Unión Ganadera Regional de Istmo, Jorge López Guerra, quien representa a 1,700 ganaderos que han manifestado sus inquietudes por estas anomalías y solicitan que este programa insignia del Gobierno Federal sea suspendido.
López guerra recogió denuncias concretas del ganadero Alejo Ojeda Medina de Santiago Niltepec, quien junto con ganaderos de Tuxtepec y Matías Romero, comunidades del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, se han atrevido a denunciar.
Uribe Góngora llamó a los ganaderos zacatecanos a denunciar las irregularidades que se detecten para reunir los elementos que permitan una denuncia formal ante la federación, para exigir que David Monreal Ávila, coordinador del Programa Crédito a la Palabra, su asesor Salvador Preciado Ramírez y Guadalupe Ramírez, jefa de Fomento Ganadero de la SADER así como Roberto Capitaine, representante de FIRA, dejen de hacer negocios entregando animales de desecho y contratando proveedores de novillonas y sementales a modo, como Juan Ramírez, a quien ya se identificó plenamente en el Istmo de Tehuantepec.
No puede permitirse, concluyó Gustavo Uribe Góngora, que ante las ingentes necesidades que el campo mexicano presenta, y principalmente Zacatecas, se permitan este tipo de irregularidades y que el Programa Crédito a la Palabra se venda como una estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador para resolver una sentida demanda del Sector Ganadero, y que no cumpla sus propósitos.