Por Manuel Ibarra Santos

Para construir una nación más sólida e independiente, el Estado Mexicano requiere garantizar el acceso de la población a la educación de calidad y más aun cuando en la actualidad en Zacatecas sólo tres de cada 10 jóvenes son atendido por la cobertura de enseñanza superior y miles más quedan en los espacios de la marginación y la exclusión.

Las anteriores cifras nos indican que en Zacatecas como en México, el derecho a la educación de los jóvenes es una responsabilidad no atendida, una quimera y una utopía, en razón a que ha faltado visión en el actuar.

Debido a la ausencia de políticas eficientes en materia de servicios de educación superior, en nuestro Estado se atiende únicamente al 32 por ciento de la población en edad de cursar una licenciatura. El otro 68 por ciento restante, representado por miles de jóvenes, se quedan atrapados en el horizonte de la desesperanza.

Si sumamos los rezagos acumulados que se registran en bachillerato y en educación superior, podemos afirmar que en Zacatecas existen más de 120 mil jóvenes que no pueden estudiar, no porque no quieran, sino simplemente porque no lo pueden hacer, por la carencia de oferta escolar suficiente, las limitaciones económicas de las familias y otros elementos similares.

En el marco del proceso electoral concurrente que vive en estos momentos la sociedad, en donde el voto de los jóvenes será determinante, los actores políticos debiesen comprometerse para hacer efectivo el derecho de los jóvenes a una educación de calidad, no garantizado en este momento de nuestra historia.

EDUCACIÓN, EL ACTIVO MÁS IMPORTANTE:

La educación, no hay duda, es el activo más valioso con que cuenta México para formar con certidumbre a las nuevas generaciones y es, además, un elemento determinante para el desarrollo, la palanca más eficaz del cambio social y el medio para promover las virtudes sociales (G. Guevara Niebla. 2018).

En su documento 2018, Educación para la Democracia, elaborado por el INEE, se afirma con razón suficiente que “la educación es el medio privilegiado para enfrentar y superar los problemas que pacen la Nación, como lo son la ignorancia, la violencia, la desigualdad, la impunidad, la intolerancia y la discriminación, entre otros”.

Por eso, en Zacatecas requerimos políticas y acciones estratégicamente planificadas que hagan realidad el ejercicio al derecho a la educación de los jóvenes, para que no sean éstos carne de caño del crimen organizado, como ha sucedido en la presente época

LOS JÓVENES QUE NI ESTUDIAN NI TRABAJAN:

En Zacatecas tenemos un registro de más de 120 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan, los que representan una sangría para el desarrollo, un crimen de lesa humanidad y un desperdicio, que nadie se ha preocupado por atender con eficiencia y responsabilidad.

En México, de acuerdo a cifras del INEGI, tenemos más de 6 millones 300 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan, de los cuales la mayoría se localizan en localidades urbanas y solamente el 30% de ellos en espacios rurales.

El perfil escolar de los famosos “ninis”, nos revela que el 44 por ciento de ellos tienen educación básica terminada, el 20% bachillerato y sólo el 7% licenciatura.

UNIVERSALIZAR LA EDUCACIÓN:

El desafío del gobierno en Zacatecas y México, de todos los niveles, está en avanzar hacia la universalización de la educación superior en beneficio de toda la población, si queremos cimentar las bases de un nuevo desarrollo.

Es desafío prioritario atender la demanda de educación que exigen los jóvenes de nuestra época.

Sin educación de calidad, no puede haber desarrollo humano ni prosperidad.