Durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se han descubierto más de un centenar de restos óseos humanos en los terrenos de la antigua Hacienda de Santa Lucía. Este hallazgo, realizado por el equipo de la Sección de Bioarqueología de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del INAH, bajo la dirección de Jorge Arturo Talavera González, revela aspectos de la vida prehispánica en dicha área.
El estudio incluyó 112 esqueletos provenientes de 104 enterramientos en tres sitios arqueológicos: “Tlatel 7”, “Sin Cuadrícula 5” y “Xaltocan polígono 6”. Los sitios “Tlatel 7” y “Sin Cuadrícula 5” corresponden a la cronología Coyotlatelco (600-900 d.C.), mientras que “Xaltocan polígono 6” data del periodo Posclásico Tardío (1200-1500 d.C.). Entre los hallazgos más notables en “Tlatel 7” se encuentra el esqueleto de una mujer con una fractura severa en el brazo izquierdo, indicando una posible amputación y uso de una prótesis, lo que sugiere conocimientos avanzados en medicina prehispánica.
En el sitio de Xaltocán se encontraron 58 enterramientos, muchos de ellos colectivos, sumando un total de 66 individuos. La mitad de estos esqueletos pertenecían a infantes, lo que sugiere un alto grado de mortandad infantil posiblemente debido a conflictos con Cuautitlán y una mala alimentación. Un hallazgo significativo fue el esqueleto de un joven con probable poliomielitis o dislocación congénita de cadera, el cual será analizado para entender mejor su condición y movilidad.
El sitio “Sin cuadrícula 5” reveló 27 esqueletos, 19 de los cuales correspondían a mujeres y 11 a hombres. Estos descubrimientos fueron posibles gracias a las excavaciones realizadas entre mayo de 2019 y mayo de 2022 durante el Proyecto de Salvamento Arqueológico en las obras del AIFA, dirigido por Rubén Manzanilla López. El análisis de los materiales arqueológicos se llevó a cabo de noviembre de 2021 a marzo de 2024, y los resultados fueron entregados al Consejo de Arqueología del INAH.
Estos restos óseos se encuentran ahora resguardados en la Sección de Bioarqueología de la DSA, ubicada en la antigua Alhóndiga en el barrio de la Merced, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Este hallazgo enriquece el acervo de más de 500 cajas con ejemplares de las épocas prehispánica y colonial, contribuyendo significativamente al conocimiento de la vida y las prácticas funerarias de las sociedades prehispánicas en México.