Bajo la transitada avenida Chapultepec, en Ciudad de México, un equipo del INAH ha descubierto vestigios de un muelle y un canal de origen prehispánico. Este hallazgo, liderado por la arqueóloga María de Lourdes López Camacho, se dio al supervisar obras para un paso a desnivel cerca de la estación Chapultepec del Metro. Los arqueólogos identificaron un pequeño puerto que conectaba con el lago de Texcoco, utilizado como vía de transporte para canoas.

El canal, localizado a la altura de la calle Lieja, se encuentra flanqueado por una capa de arena, y su mejor conservación ha sido posible gracias a su ubicación bajo el arroyo vehicular. En las cercanías, también se han encontrado vestigios de una vivienda prehispánica del Posclásico Tardío, lo que refuerza la conexión entre los antiguos «caminos de agua» y las rutas terrestres. Este espacio, altamente modificado desde el siglo XIX, ha revelado su pasado a través de excavaciones estratégicas.

El muelle encontrado cuenta con 40 pilotes de madera y un apisonado que servía como acceso. Según Liliana Márquez Escoto, jefa de la excavación, las muestras botánicas extraídas del lugar sugieren una dieta prehispánica basada en quelites, jitomate y calabaza. Además, se recuperaron piezas de cerámica ritual y objetos coloniales, como una macuquina y loza con sellos religiosos, que muestran la constante ocupación del sitio a lo largo de los siglos.

Este hallazgo no solo reafirma la importancia del cerro de Chapultepec como un espacio clave en la historia de México, sino que también ofrece una ventana al modo en que sus antiguos habitantes transformaron su entorno para navegar y subsistir. Los análisis continuarán en los laboratorios del INAH, mientras los arqueólogos trabajan en proteger y preservar estos vestigios únicos de la historia lacustre de la Ciudad de México.