Este 2024, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado hallazgos arqueológicos de gran relevancia que enriquecen el conocimiento sobre las civilizaciones antiguas en México. Desde estructuras mayas en la península de Yucatán hasta vestigios de sociedades del Pleistoceno en el Estado de México, estos descubrimientos abren nuevas puertas al entendimiento de nuestro pasado.
En la Ciudad de México, bajo la avenida Chapultepec, fueron descubiertos un muelle y un canal del periodo Posclásico Tardío, mientras que en Yucatán, la tecnología LiDAR permitió identificar Valeriana, un asentamiento maya de 16.6 kilómetros cuadrados. Este último incluye evidencia de infraestructura agrícola y urbana del periodo Clásico, resaltando la densidad poblacional en la región prehispánica de Campeche.
En el norte del país, entre las dunas de Coahuila, se identificó un campamento de cazadores-recolectores, con materiales arqueológicos que datan de hace más de 700 años. Por otro lado, en el yacimiento de Santa Lucía, Estado de México, se recuperó un esqueleto bautizado como “Yotzin”, cuya antigüedad se estima en 10,000 años, aportando claves sobre los primeros habitantes del continente.
Finalmente, los hallazgos en Tlatelolco, Michoacán y Sinaloa revelan ofrendas, vestigios ceremoniales y concheros que resaltan la diversidad cultural y ritual de las sociedades mesoamericanas. Cada descubrimiento no solo enriquece la historia, sino que también fortalece el vínculo entre el patrimonio cultural y la identidad nacional.