DESPUES DE TODO ES ESO SOLO MIEDO. Colaboración de Mario Luis Molina Contreras.

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…los muchachos rebeldes se murieron

De alcohol no cambiaron al mundo ni

Incendiaron el sol mucho menos

Ahora estos niños del PAN…en moto por carretera…”

Real de catorce en moto por carretera su versión en vivo

Para nadie es un misterio que la figura de Francisco Villa les es incomoda a muchos, les repulsa infinitamente la idea de que un “bandido” “roba vacas” hubiera trascendido a la historia  y a diferencia de muchos termino siendo amado y considerado héroe, no como tantos que de figuras terminan siendo conocidos por lo ladrones y bandidos que fueron, por sus hechos los conoceréis. La figura máxima del agrarismo mexicano Emiliano Zapata hasta hace algunos años respetado y salvado por todos los que desde un Cadillac  gritaban ¡Viva Zapata! La revolución le había hecho justicia cuando menos en su minúscula memoria, pero a raíz del 1994 la figura del caudillo del sur se volvió molesta y hasta proscrita de los calendarios cívicos oficiales.

Que decir de las mentes de los hermanos Flores Magon seguramente  a Fox o a Calderón no les ha de gustar mucho el posicionamiento anarquista de estos, les debe de ser muy grato  como a todos los panistas este ambiente de olvido que hay en torno de la celebración del centenario de la revolución mexicana. El panismo se siente hijo de Francisco I. Madero y nada mas para ellos la revolución termina con la decena trágica y luego da un brinco hasta el 2 de julio del 2000, para ellos era el sufragio efectivo no reelección buscaban la democracia y esta ya llego, bueno según ellos. El reparto agrario, la explotación de obreros y campesinos las afrentas milenarias, los pendientes que nos dejo el porfiriato, fueron olvidados, la prorroga eterna e inacabable con los demás eso es otra historia.

No creo en las fatalidades, no creo en esos augurios catastróficos, pero si creo en su miedo, creo en que no han de traer la conciencia muy tranquila y por eso mejor olvidemos, sus pretensiones también buscan que nos olvidemos de aquello de la reelección, no sea que alguien se le ocurra proponerlo y no sea que nosotros los de abajo le recordemos que eso fue lo que dio pie para matarse los unos a los otros  hace apenas cien años, la revolución  la quieren ver como productora de cine, obras de teatro y literatura pero no mas, no como ejemplo, no como productor de figuras nacionales, no sea que alguien quiera seguir su ejemplo, mejor hablemos de las fatalidades y carnicerías  que se sucedieron en esta, los sanguinario de los generales no ha de ser en vano que los historiadores oficiales, tratan no de olvidar si no de castigar a cualquier emblema del movimiento.

Los rebeldes no están de moda, los frutos de la alzada son algo que bien se pudo haber dado sin muertes, sin martirios, sin sacrificio, viudas o huérfanos,  pa` que tanto brinco caray si la sabia figura de Don Porfirio ya lo contemplaba todo, ni buscarle por que desde aquellos entonces el gobierno es sabio y nunca se equivoca. Por eso a ellos se les olvida, por que no quieren  que la gente se detenga y haga cuentas de los pendientes.

Mientras los de abajo, levantaremos altares,  es tiempo de celebrar a nuestro santoral laico (si puede existir algo parecido) celebremos pues las figuras de Villa y Zapata, de Felipe Ángeles y Natera, Maclovio Herrera y Tomas Urbina,  de Toribio Ortega  y Manuel Chao, de  Jesús, Ricardo y Enrique Flores Magon, Lázaro Cárdenas y todos aquellos que hicieron la historia de lo que es ahora nuestro país.

Después de todo es comprensible, es que deben de tener miedo mucho miedo, les pone uno esos nombres y a esos hombres sobre la mesa y en nuestros tiempos no hay uno digno de esa estatura ¿con que van combatir nuestros gobernantes a estas figuras? Enanos minúsculos todos aquellos que pretenden que su olvido sea el nuestro, tienen miedo de que cunda su ejemplo, tienen miedo de sus reclamos, tienen miedo de que ahí en la revolución  y en los revolucionarios encontremos al padre y a la madre ausentes que durante tanto tiempo hemos buscado, tienen miedo de que nos juntemos y los dejemos solos, tienen miedo de que nosotros no hayamos olvidado como lo han pretendido ellos.

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