Destrucción y reconstrucción

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René Fernando Lara Cervantes
Al capitalismo como se le conoce hoy día, proyecta una gran sombra a través de la política, al enfocar sus esfuerzos en los sectores de mayores ingresos mientras los más vulnerables se mantienen privados de algunos de sus derechos. Así se liga esto a la crisis ambiental que sacude al mundo entero, ya que en países con menos influencia capitalista existe mejor protección y mayor voluntad de preservar el medio ambiente, además de contar México y América Latina (AL) con un factor que podría ser determinante en el uso sustentable y responsable de los ecosistemas: la población indígena.

Noam Chomsky, discute en una de sus obras que los países con grandes poblaciones indígenas pueden tomar el camino que lleva a la conservación del planeta. En países donde se ha marginado y casi extinguido a la población indígena, existe una mayor tendencia a la destrucción; sin embargo, en lugares donde existen estos grupos se da la lucha por proteger los derechos de la naturaleza, lo cual provoca la burla de los países civilizados y progresistas.

Según un documento de la Unidad de Pueblos Indígenas y Desarrollo Comunitario del Departamento de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo, México alberga a la cuarta parte de los pueblos indígenas del continente americano, los cuales cuentan con un profundo conocimiento sobre las condiciones del contexto ambiental de diversas áreas del país, y que desafortunadamente es pasado por alto.

Se ha desperdiciado su conocimiento y comprensión ancestral de nuestro acervo natural, para degradar el ambiente de manera rampante.

Ejemplos sobran, como es el caso del río Santiago, que a lo largo de tres décadas ha recibido los contaminantes y desechos químicos de las cerca de 400 plantas de diversos sectores industriales cercanos a éste; y ahora ponen en riesgo la salud y el medio ambiente de las localidades de El Salto y Juanacatlán en el Estado de Jalisco.

También está el problema de la contaminación y saqueo de los cenotes ubicados en la parte sur del país, los cuales fueron de suma importancia para el desarrollo de la cultura maya, y hoy se encuentran afectados por el envenenamiento de los ríos subterráneos o arrasados por el desarrollo urbano; como es el caso de Cancún, donde los cenotes que estaban en plena ciudad se encuentran severamente dañados por las presuntas descargas de aguas negras de hoteles y negocios de la zona. Igual sucede con la destrucción de los manglares, propiedad de la nación, los cuales aportan múltiples servicios ambientales y hoy son vendidos a grandes consorcios para luego construir ahí campos de golf u hoteles.

Los tres casos mencionados, muestran uno de los aspectos más nocivos de la doctrina neoliberal, y sobre todo, revelan para quién se hace política.

Por esto es conveniente tomar muy en serio la perspectiva indígena respecto a los problemas ambientales. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), los pueblos indígenas tienen una conexión íntima con la tierra, que los hace conscientes de la relación existenteventre las consecuencias ambientales de diversos tipos de desarrollo sobre sus tierras y los efectos sobre la salud. Son pueblos que con las condiciones adecuadas, muestran niveles de autosuficiencia destacables; sin embargo, sus ecosistemas están en la mira de diversas industrias como las grandes empresas mineras, como es el caso de la disputa por Wirikuta.

Valdría la pena reflexionar un poco sobre el modelo de desarrollo sugerido por las movilizaciones indígenas de AL, donde exigen como condición para dar su apoyo a nuevos proyectos, la conservación y/o restauraciónde sus medios naturales. Éste tipo de desarrollo alternativo les permite conservar su cultura, identidad y tradiciones, pero lo más importante, es un tipo de desarrollo incluyente.

Quizá para algunosacadémicos, científicos o para la población en general, la concepción indígena del mundo y la naturaleza resulte algoridículo y fantasioso,aunque ésta contiene un vasto conocimiento posible de utilizarse en los planes de desarrollo a largo plazo.

Pregunto, si acaso en el Estado de Zacatecas se sabe algo sobre el impacto ambiental de las mineras que explotan el suelo del semi-desiertoo sus efectossobre la salud de sus pobladores y qué actividad podrán desempeñar en su ambiente en el mediano y largo plazo, una vez que estas grandes empresas se hayan retirado. Cuestión complicada, que quizá pudiera ser respondida, si de verdad se escucharaalos pueblos indígenas en nuestro país.

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