Argonmexico / Las casi mil muertes violentas que se registraron en el primer mes del gobierno de Enrique Peña Nieto, ha puesto en claro que no van a ser suficientes los buenos deseos y la camaradería que ha impuesto el nuevo gobierno, para que las cosas caminen. Será necesario cambiar de estrategia. Dar un golpe en la mesa, para que los encargados de la seguridad pública trabajen con eficiencia y prontitud.
Lo que es un hecho, es que casi todo el aparato gubernamental ha estado inactivo en este primer mes, y será a partir de la semana próxima cuando inicien la tarea en serio, una vez que hayan asimilado que no pueden seguir con la misma gente en las oficinas, las que heredaron del gobierno panista de los últimos 12 años, que pueden ser muy eficientes, pero no son de fiar. Vamos a ver que hacen para poner en orden la casa.
En donde las cosas están muy complicada en la mayoría de los gobiernos estatales y municipales que entraron en funciones los últimos en los últimos meses del año pasado, pues resulta que los que dejaron el gobierno se llevaron hasta el perico y no solo eso, sino que dejaron millonarias deudas que tienen tronándose los dedos a los que entraron, quienes no tienen ni para pagar la nomina.
Tal vez por eso el ex priísta y hoy «morena» de hueso colorado, Arturo Núñez Jiménez, quien asumió el gobierno de Tabasco el 31 de diciembre, ante su antiguo jefe, Emilio Chuayffet Chemor, quien represento en el acto al presidente Enrique Peña, advirtió que los que saquearon las arcas del estado irán a la cárcel, lo que no sabemos es se atreverá a enrejar a Andrés Granier, su antecesor que vendió muy cara la imagen de honestidad que les vendió a los tabasqueños. No vaya a ser que sea pura lengua.