Diarios del mundo ven la “R” de Ratotas en México

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logo direccionesPor: Manuel Narváez Narváez

Email: mnarvaez2009@hotmail.com

Twitter: @manuelnarvaez65

La imagen de México en el exterior está hecha añicos. Atrás quedaron los discursos melosos de gobernantes lambiscones, agiotistas internacionales y organismos obsequiosos que adularon hasta el paroxismo al multigalardonado hombre que hasta hace unas semanas era considerado el estadista global, el salvador de México, el gran reformador. Lo de hoy, es lo mismo de ayer y siempre, desde la promulgación de las Leyes de Reforma: es “el país de la transa grande y la pobreza institucionalizada”.

En las últimas semanas han arreciado los implacables señalamientos de los diarios más prestigiados del planeta, a través de sus editoriales, hacia el gobierno de la república; vaya, hasta El País, rotativo español que desde hace menos de un año comparte sociedad con un hombre cercano al presidente mexicano. Todos, desde Los Ángeles hasta Nueva York, pasando por Chicago y Washington, y desde Londres hasta Estrasburgo, tocando base en Madrid y París, cuestionan el liderazgo de Enrique Peña Nieto y ponen en tela de juicio la capacidad de su administración para contener la violencia, la transa, la violación a los derechos humanos, los rezagos sociales y la incertidumbre de desarrollo económico.

No han transcurrido ni dos meses desde el incesante bombardeo oficial publicitario con motivo del segundo informe de gobierno del Peñato, a través del cual pretendían posicionar una realidad azteca que solo existe en la precaria imaginación de los publicistas tricolores; sin embargo, la neta del planeta es que la situación de México es horrible, muy horrible, que de los contenidos ridículos de esa campaña mediática ya nadie se acuerda.

Pero no solo es la indignación e impotencia las que permean en el ánimo del colectivo por la desaparición de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, sino también pesa el soberano desprestigio que arrastra la clase política, empresarial y sindical del país, y el hartazgo social de tanta transa que en vez de estancarse, ya no digo decrecer, avanza cual caballo de Hacienda hasta colocar a México en la posición número 106 de 182 naciones, del ranking mundial de percepción de la corrupción.

Pobre México que ha sido y sigue siendo botín una y otra vez de una gavilla oligárquica hereditaria. Tan malos han resultado unos y otros que han tomado las riendas del poder, porque en complicidad con mercenarios de la política y “empresarios encumbrados”, se han chupado las riquezas naturales y vaciado tantas veces les ha venido en gana las arcas públicas. No es casualidad entonces que la deuda pública ascienda a 6 billones y medio a partir del 2015; 8% más de lo heredado por los panistas.

Y cuando digo que la maldita clase política de este país es la principal culpable de la tragedia azteca, en contubernio con mercaderes de la pobreza convertidos en acaudalados hombres y mujeres de negocios, es porque la realidad y los hechos los delatan.

¿A poco hay quienes todavía se tragan el cuento de que solo el PRI es de los partidos más corruptos del mundo?; ¿y los moches de los panistas en qué rubro entran?, ¿cómo ocultar la relación de perredistas con el crimen organizado?, ¿quién se cree el cuento de que AMLO y Morena son puros y honestos?, ¿a poco ya quedó en el olvido el tráfico de influencias de los juniors reciclables del Verde?, ¿cuántos consideran que el PT y el MC no son franquicias familiares regionales?, ¿habrán ilusos que confíen en la nueva retórica del partido Humanista y el PES?.

Con base en esta realidad hago un recuento de la historia de este país y encuentro que el saldo es deudor, por eso me pregunto ¿cómo es posible que teniendo tantos recursos naturales y gente chambeadora, tengamos más de la mitad de la población en pobreza extrema y seguimos tan lejos de esa ilusión de nación exitosa que nos dibujan en las historietas gubernamentales?; entonces me respondo, porque no tengo la más mínima duda de quienes son los culpables: la partidocracia, la transa, el poder per-judicial, los empresarios agiotistas, pero también la indolencia de aquellos ciudadanos a los que les vale madres y no acuden a la urnas, dejando en manos de unos cuantos millones de menesterosos electorales el destino del México.

No pretendo ser catastrofista ni muchos menos, solo soy consistente de lo que pienso del sistema político mexicano y hago eco de lo que publican algunos diarios con prestigio y vergüenza editorial de otras latitudes.

A pesar de lo que acontece en estos días en tierras aztecas, todavía hay quienes siguen estirando la liga y ofendiendo la inteligencia de la sociedad. Hace unos días la PANacracia anunció que va a impulsar ooooootro organismo anticorrupción, obvio, el Peñato se les sumó, porque ambos siguen creyendo que en este país somos estúpidos y nos vamos a tragar ese cuento de que el simple hecho de anunciar electoreramente una campaña de esa naturaleza, la transa se va a terminar por mandata de Ley, y se nos va a olvidar la búsqueda  de los estudiantes desaparecidos.

Paisanos, este sistema político ya no nos sirve ni nos conviene; no está caduco porque para la oligarquía mexa está más vigente que nunca, pero si hay quienes insisten en seguir perdiendo el tiempo y esperanzados en que la alternancia partidocrática va a llevarnos a estrenar el Estado de Derecho, están profundamente equivocados. Mientras tanto, seguiremos llevando a cuestas las vergüenzas y calamidades de los gobernantes mexicanos que en todos lados ven, menos en México.

P.D. El Sistema Anticorrupción propuesto por el PAN, &&&&me da pena y lastima de verte&&&&, dice Juan Gabriel en una de sus melodías.

 

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