Congruencia, eficiencia y honestidad, definen al licenciado Raúl Rodríguez Santoyo.
Saludo con respeto a la dirigencia estatal de mi partido, el revolucionario institucional, a los militantes y a todos los asistentes.
Mi solidaridad y un abrazo sincero a la familia de don Raúl, a quien recibimos hoy en este recinto, sede del instituto político en el que apasionadamente militó y que con profunda convicción defendió y dirigió.
El motivo que hoy nos convoca es rendir un sentido y merecido homenaje póstumo a don Raúl Rodríguez Santoyo, un zacatecano excepcional y ejemplar.
Hombre de una sola pieza, íntegro y eterno luchador social que siempre brindó su esfuerzo a favor de las mejores causas de Zacatecas.
Figura poseedora de un gran acervo académico, cultural y político, quien nunca dudó en transmitir su sabiduría a muchas generaciones de jóvenes zacatecanos que hoy en día se destacan en diferentes ámbitos de la vida social.
Incansable servidor público, promotor de valores como la congruencia, la honradez y la responsabilidad, y que siempre imprimió en su desempeño en cargos administrativos y políticos.
Su ejemplo como dirigente estatal del partido revolucionario institucional, presidente municipal de Zacatecas, funcionario estatal y legislador, son un legado para las actuales y futuras generaciones de servidores públicos.
En los cargos administrativos que desempeñó, mostró en todo momento su vocación y pasión por el servicio desinteresado en su permanente lucha por el bien común.
Tuve el privilegio de haber convivido desde pequeño, con la familia Rodríguez Márquez con quien me unen lazos de estrecha amistad y cariño.
Lo cual me permitió tomar de su ejemplo, formas de pensar y de actuar, que ayudaron en mi formación personal y política.
Me llenó de entusiasmo y de alto honor que en el marco de mi campaña política, tuve la fortuna de estar en su hogar, convivir y sostener con él, como siempre una amena y enriquecedora charla.
“Estoy seguro de que nos va ir bien y de que vamos a ganar” fue una frase que pronunció don Raúl, el 18 de junio y que me brindó seguridad y fortaleza en el camino rumbo al triunfo, del que él fue parte importante, al apoyar con todo su afecto y como él decía: “echándole ganas”.
Deseo reconocer públicamente el gran impulso que siempre recibí de su parte, quien en todo momento me dio su respaldo político, su opinión favorable y su simpatía por mi candidatura.
Me honra y enorgullece que sus dos últimos actos públicos los haya dedicado a mi persona, al PRI y al proyecto político que logró recuperar para el partido de sus amores la gubernatura del estado.
Me refiero al encomiable esfuerzo que realizó en medio del dolor de su enfermedad, para estar presente en nuestro cierre de campaña el 29 de junio. Posteriormente también acudió a un encuentro de celebración con amigos y familiares que colaboraron en la campaña el viernes 16 de julio, en el rancho “el marengo”, momentos que quedan grabados para siempre.
Mi más profundo afecto y solidaridad a su esposa doña María Antonieta Márquez, a sus hijos Raúl, María Antonieta, Rosalba, Susana, Jorge y Mario, mi amigo de la infancia, así como nuestra solidaridad a quienes fueron sus leales colaboradores como “Manuelito”.
Hombres como el lic. Rodríguez Santoyo, dejan un gran legado de honestidad, de fortaleza, de templanza.
Son su figura y ejemplo, don Raúl, nos fortalecen y nos impulsarán a desarrollar un gobierno que responda a las aspiraciones de nuestro querido Zacatecas en el que destaquen las virtudes del gran político que usted fue y del comprometido funcionario Publio que sirvió siempre a Zacatecas con pasión y entrega.
Su ausencia física dejará sin duda un vacío en la vida pública de nuestro estado, pero siempre su obra, legado y calidad humana perdurarán en el presente y en el futuro de Zacatecas.
Seguramente desde el lugar donde se encuentra, será su ejemplo de vida un faro que nos guíe a lograr tiempos mejores para nuestra entidad en el que dignifiquemos el quehacer público como usted lo hizo a lo largo de 60 años de servir y contribuir a un Zacatecas más justo, a un Zacatecas más grande.
Lic. Raúl Rodríguez Santoyo, usted cumplió como padre de familia, cumplió como amigo, le cumplió a su partido y le cumplió a Zacatecas, descanse en paz.
Muchas gracias.
Susana Rodríguez Márquez, hija del Lic. Raúl Rodríguez Santoyo.
Quiero agradecerles a todos, al estar aquí.
La verdad, en el corazón me hubiera gustado que fuera en vida, pero las cosas así fueron, mucha gente de la que está aquí se da cuenta de lo que él vivió entre estas paredes, cuántas veces estuvo él aquí. Que entregó su vida, tal vez contra su misma salud se mantuvo en su partido, él dijo “Yo con el PRI hasta morir”; esa fue la última frase que dijo cuando ganó Miguel y efectivamente los dos últimos actos de campaña que hizo, le inyectaron vida y lo más triste para mí y mi familia fue que pensamos “se renueva, esto va para adelante, él se va a componer” talvez su cuerpo no se lo permitía pero su mente siempre estuvo aquí.
No lo puedo decir yo porque sonaría medio extraño, pero fue un gran hombre, un gran padre, un gran esposo y me cuesta mucho despedirme, no lloro porque me duela, me duele que ya no va a estar con nosotros aquí, pero va a estar en cada uno de ustedes porque su legado era –como dijo Miguel, Miguelito le decía él- hacer un Zacatecas mejor, y eso lo tenemos que hacer, nos cueste lo que nos cueste; a nosotros nos costó la vida de nuestro padre, ojala que en todos los que están aquí sirva de algo, quiero agradecerles a todo y a cada uno porque están aquí y eso significa que de alguna u otra manera sentían algo por mi padre, muchas gracias.