E
conomía electorera
Por: Manuel Narváez Narváez
Email: mnarvaez2008@hotmail.com
Twitter: @manuelnarvaez65
Inicia el año como lo viene haciendo desde hace por lo menos 6 lustros. Aumentos en la canasta básica, servicios públicos, asesinatos, elecciones en algunas entidades, promesas de los gobernantes, etc.
Extrañamente el precio de la gasolina baja este mes 3% por litro, sin embargo ese mismo porcentaje fluctuará, ya sea para arriba o para abajo, todo el 2016, por lo que deberemos esperar hasta fin de año, cuántos meses suben y cuántos bajan para conocer cuáles fueron las verdaderas intenciones de la estrategia gubernamental, que casi siempre afecta al contribuyente.
Por lo que refiere al cobro del predial, los ayuntamientos lo ajustaron al alza partiendo de la histórica inflación del año anterior, de la que alardean el ejecutivo federal y el Banco de México; muy cerquita de la deflación, por cierto.
La tenencia como tal ya desapareció en algunas entidades federativas, pero los mandatarios estatales donde así ocurrió, cual hábiles chupasangres se las ingeniaron para recuperar, y con creces, los montos que habían dejado de percibir, pues encontraron en las fotomultas y en las elevadísimas multas de tránsito, la veta recaudatoria más eficaz de la que se tenga memoria.
Y como casi siempre hay elecciones en este país, el 2016 no será la excepción. Se renovarán 12 gubernaturas, además de centenares de alcaldías, diputaciones y miles de regidurías. El INE y las Oples, con ese desparpajo que los caracteriza para dilapidar el dinero de los mexicanos, dispondrán de más de 7,300 millones de pesos para jugar a la democracia. Esa cantidad es un mero referente, salido de nuestros bolsillos claro está, porque en la realidad el gasto que ejerce la partidocracia mexicana supera por lo menos en 4 tantos el monto mencionado, es decir, lo que en verdad le meterán esta año a las campañas tanto empresarios, gobiernos de cualquier orden (en dinero y en especie) y los grupos criminales, la cifra merodea fácilmente los 30 mil millones de pesos.
En las elecciones de este año descansa en gran medida la fachada del gobierno federal y de los estados donde las habrá, para reactivar ligeramente la economía en esos territorios. Es sabido por todo mundo que los programas sociales gubernamentales son la vía para insinuar y comprometer el sufragio de quien recibe la dádiva o el beneficio. Será muy obvio como la entrega de despensas, regalos, electrodomésticos, aparatos electrónicos, dispositivos móviles y hasta engañosos descuentos en los rezagos de pagos de impuestos y derechos marcarán el derrotero de las campañas políticas.
Pero también la competencia trae dinero circulante, tal es el caso de Chihuahua, donde se renovará la gubernatura, 67 alcaldías y los 33 diputados locales. Aparentemente los momios otorgan una ventaja al PRI, ya que el Partido Acción Nacional se encuentra en una profunda crisis de credibilidad, aunado a esto, al electorado no parece interesarle salir masivamente a sufragar. A pesar del panorama, la moda independentista parece contagiar al estado grande, ya que el ex presidente del Consejo de Administración de Aeroméxico, José Luis Barraza, el “Chacho”, ha decidido jugársela y partir en tres los votos que se emitan.
Decidido a cumplir con los odiosos requisitos impuestos por la mayoría priísta en el congreso local, el empresario originario de Ciudad Delicias asegura contar con el apoyo del primer gobernador independiente (Nuevo León) del siglo XXI. El Chachoconfía en obtener 200 mil firmas para refrendar su registro, muchas más de las 105 mil que exige la legislación electoral, pero muy lejos de los 550 mil votos que requeriría para convertirse en el segundo gobernador sin partido en el país.
En efecto, la ola independentista tiene a un miembro en Chihuahua, sin embargo, a seis meses de la elección aún es muy prematuro apostar por una elección cerrada entre tres o entre dos. La trayectoria de Barraza es la de un empresario exitoso, más no a la de un ciudadano solidario con las causas sociales. Su aspiración, legítima, si, puede encontrar resistencias entre el elector común, ya que el apoyo logístico para recabar las firmas provienen de gente ajena a Chihuahua y, los que empujan su candidatura en el estado traen el sello de la casa panista.
De entrada, el primer escollo del independiente Barraza será completar las 105 mil firmas válidas para su registro formal. El segundo desafío será el de conformar un equipo de campaña con credibilidad; de personas probas y honestas, sin filias por los jugosos contratos con el gobierno y, tercero, concretar una plataforma de gobierno que incorpore los anhelos y deseos de los ciudadanos.
El Chacho puede hacer la chica, siempre y cuando sepa leer el imaginario colectivo de los chihuahuenses. Que no se trague cuanta píldora dorada le pongan en la mesa o mirarse en los espejitos que le van a vender los mercenarios que ya le acechan; porque algunos de esos son los mismos que arrastraron a la debacle al PAN.
En Nuevo León al “Bronco” le funcionó desprenderse de la partidocracia, Chihuahua es diferente y escéptico; y si bien es cierto que estamos hasta la madre de los partidos políticos, también es cierto que esta raza no hace verano con una golondrina, ni compra tan fácilmente el cuento de que más vale malo conocido que bueno por conocer porque ya probó el desencanto de la alternancia.
Si la estrategia arranca bien, es decir, juntar las firmas, entonces hay juego. Por lo demás, el recurso que ejerza para granjearse el voto va a ser vigilado con lupa, y es que se espera que los chelines fluyan para construirle una imagen sólida a Barraza, de otra forma lo dudo, porque en la percha es muy similar al candidato Serrano y a los todavía aspirantes Blanco y Beltrán del Río. Si, uno es más empresario que el otro (Blanco), mientras que los ediles con licencia de Juárez y Delicias son políticos de carrera, más en los hechos, ambas oficios gozan de mala reputación, una más que otra, por supuesto.
El año arranca igual que los anteriores, con madriza a los bolsillos de todos. La ventaja para los estados donde habrá elecciones es que volarán al redondel cheques, billetes y pesos. Del erario, de los empresarios y de los malandros, que importa, serán seis meses de aparente abundancia; después ya veremos.
P.D. Me late, y lo digo con pesar, que el gran perdedor en las elecciones de Chihuahua puede ser Acción Nacional. El Chacho Barraza se llevará muchas simpatías de ahí, y si el PAN decide apoyarlo como externo, corre el riesgo de ser la tercera fuerza política en el congreso local, pasar a contar con un tercio de regidores en los cabildos y, de pasada, demeritar la candidatura independentista del empresario deliscience, porque se conjeturaría una treta albiazul.