Por Christian A. Martínez
Hace una semana, el pasado 1 de diciembre se celebró el tercer aniversario del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lo hizo con un magno evento en el zócalo capitalino donde convocaron a ciudadanos de todo el territorio nacional a efecto de escuchar el balance y los resultados de la mitad del gobierno morenista.
Y es necesario contextualizar el acontecimiento para quienes no sepan de este espectáculo y mis posibles lectores estén enterados del porqué de la crítica al señor presidente que fue pomposamente llamado «AMLO FEST», mismo que se celebró en la Ciudad de México con música, firmas para revocación de mandato y venta de “cachitos”.
Como siempre sucede en estos casos hay opiniones divididas, voces que se desgarran las vestiduras para reconocer los logros y quienes descalifican en absoluto el ejercicio gubernamental, mientras que otros, en un extravío total, centran la valoración del desempeño de la administración con el tamaño de la concentración de simpatizantes de López Obrador.
El programa estuvo compuesto de los siguientes números: Mariachi de la Secretaría de la Defensa Nacional, siguió la Banda Filarmónica de Ocotlán, Oax., Byron Barranco (Cantante), Fino y Gorrión Serrano, María Inés Ochoa, «La Rumorosa», luego se dio el arribo y mensaje del presidente, y así hasta las siete de la noche.
Que bien que celebre por sus tres años al frente del poder ejecutivo, pero este evento ha perdido importancia debido a que se trata de una mañanera más con un discurso donde todo está bien, la diferencia es que en esta innecesaria concentración donde hay muy poco que celebrar estuvo dirigida no a la nación entera, sino a unas 70 mil personas que fueron los confinados para aplaudir los supuestos logros del mandatario.
Sin embargo hay muchos temas de los que nada se dice, tales como una postura ante el nuevo rebrote de Covid, para esto desde su cuenta oficial de Twitter el Dr. Hugo López Gatell sentenció lo siguiente: «El primer caso positivo de la variante Ómicron en México es una persona de 51 años proveniente de Sudáfrica, tiene enfermedad leve y voluntariamente se internó en un hospital privado en la Ciudad de México para evitar contagios.
¿Y la congruencia? Es real que el país entero está tratando de reincorporarse a las actividades ordinarias como habitualmente se hacía, y que urge la reincorporación a todos los sectores productivos para el repunte económico pero ¿Era factible un informe de Gobierno así exponiendo a los participantes a masificar el contagio? Desde mi punto de vista deja mucho que desear por dos puntos:
El primero es que cuando aconteció el caótico momento de la pandemia en México por el Covid-19 cuando el gobierno federal, a quien le correspondía en particular se hizo ausente, dejando a millones de mexicanos sin amparo y así libre a su suerte.
El segundo es que el presidente desprecia a otros medios de divulgación como los electrónicos para difundir sus logros, pero debido a que desprecia la tecnología que es muy avanzada y que mediante teléfonos celulares, computadoras y equipo sofisticado su evento pudo haber llegado a cientos de hogares y a millones de mexicanos sin poner en riesgo la salud en éste evento masivo.
Y si esto no fuera suficiente, el ejercicio de AMLO, a pesar de declararse como un gobierno del pueblo en donde incluso se afirma que “por el bien de todos primero los pobres”, la realidad dice otra cosa. Entre 2018 y el 2021, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el número de mexicanos en situación de pobreza subió de 51.9 millones en el último año de gobierno de Peña Nieto a 55.7 millones con AMLO, esto a pesar de los llevados y traídos programas sociales, sin embargo la pobreza crece dramáticamente y ya no se puede seguir culpando al pasado, ya son tres años del gobierno actual.
Pero la situación más grave la padecemos en materia de seguridad, la estrategia de “abrazos, no balazos” ha resultado totalmente catastrófica, pues en los primeros 3 años de gobierno de Felipe Calderón la cifra de muertes violentas era de 41,375, con Peña Nieto 63,977 y en la presente administración son ya 106,597, una auténtica masacre.
Por lo indicado se demuestra que su desesperación lo obliga a realizar actos masivos como el “AMLO Fest”, además de que por la ingenuidad y ceguera de sus seguidores seguirá impulsando acciones para medir su músculo político a medida que se acercan las elecciones de 2024, pero es muy lamentable que se olviden las promesas de velar por los intereses populares y nadie sabe que suceda en los tres años que faltan para finalizar el sexenio, al parecer seguiremos navegando sin rumbo esperando las nuevas ocurrencias del presidente.