Osvaldo Avila Tizcareño
Como dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Zacatecas, reiteradamente  sostengo reuniones con ciudadanos de comunidades  y colonias de municipios distintos donde antorcha tiene presencia, por eso en últimas fechas he acudido a Fresnillo, Valparaíso, Guadalupe, Jalpa, Trancoso y Villanueva, constatando que la gente organizada coincide en que los principales problemas de México se deben a la pobreza ocasionada por la concentración de la riqueza social que se produce por las masas trabajadoras de la ciudad y el campo, pero curiosamente no se queda en sus manos, sino que va a parar como propiedad de unas cuantas familias dueñas de las fábricas y de las mejores tierras de cultivo.
Por su parte, los ricos justifican sus bienes y riqueza acumulada debido a su habilidad en los negocios, por ser emprendedores muy listos que además ponen en riesgo su capital; sin embargo, muchos mexicanos sabemos que la riqueza proviene de la explotación de los recursos naturales y de la mano de obra de los obreros, hecho que los mantiene en una condición de desigualdad en todos los aspectos de la realidad social.
Los antorchistas hemos sostenido que es la concentración de la riqueza en pocas familias la causa primaria de los problemas, provocando que la inmensa mayoría no tenga garantizado el alimento diario estando siempre en una situación de incertidumbre.
Con el gobierno de Morena, el abismo entre ricos y pobres es más profundo que con los gobiernos neoliberales del pasado a cargo del PRI y PAN, según acusaba AMLO; sin embargo, en los años en los que azotó la pandemia y hubo crisis en los negocios, la fortuna de las 13 personas más ricas del país aumentó en 33.1 millones de dólares, mientras que 5.4 millones de personas cayeron en pobreza laboral agravando la situación de aquellas que ya vivían preocupadas por no tener para comer.
López Obrador afirmó que su gobierno es de los pobres y decretó el fin del neoliberalismo, pero en su gobierno los ricos hicieron grandes negocios, mejor que antes, explotando a los trabajadores del campo y la ciudad pagando salarios miserables.
Para contrarrestar el problema, desde el 2018 la 4T se dedicó a entregar ayudas que se logran con los impuestos lo que no afecta las ganancias de los poderosos, pero no ha hecho nada más. Y estas nunca, en ninguna época y en ninguna parte del mundo han acabado con la pobreza, en cambio le reditúan resultados electorales convenientes para Morena.
Como se sabe, el gobierno de la actual presidenta Claudia Sheinbaum está dando continuidad al proyecto de quien le aseguró su triunfo en las urnas, de tal manera que no existe diferencia sustantiva entre ambos pues a la vez que heredó los exitosos programas monetarios, ella los ha reforzado y ampliado para alcanzar a otros sectores empobrecidos porque sabe que al repartir dinero se garantiza la popularidad.
Esta situación es perjudicial para los mexicanos en general y para los propios beneficiarios de las ayudas oficiales porque ocasiona dos fenómenos: el que no exista dinero para construir hospitales, equipar y dotar de medicamentos a los existentes  o para construir carreteras que están destruidas en todo México, por citar algunos casos, pero al mismo tiempo provoca conformismo e individualismo de la gente porque creen que ellos ya resolvieron sus problemas y poco les importa lo que suceda a otros.
Por esas razones, Antorcha promueve la politización de los mexicanos con el fin de que sean capaces de analizar la realidad social y no sean manipulados por medio del dinero que reciben, pero en consecuencia tienen que acudir a atenderse enfermedades a farmacias privadas donde se gastarán aún más del monto de su beca.
Sabiendo eso, nosotros seguimos insistiendo a los mexicanos que debemos organizarnos para proteger lo poco que hemos logrado a través de la lucha social y que es urgente la defensa de los derechos de organización y petición conforme a las garantías constitucionales, a los que se opone Morena.
También procuramos que se conozca la realidad mediante el estudio e insistimos que la gente debe saber de política y no solo limitarse a votar, como lo pide Morena, sólo así la población ya no será manipulada y puede exigir un alto a la aplicación del poder que viola sistemáticamente las leyes de México y provoca más polarización en la sociedad que sufre tanto por las diferencias sociales como por el divisionismo oficial.