Por David Monreal Ávila

•        Abejas, miel y equilibrio ecológico

Desde el 2015, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) realizó un estudio para determinar las posibles causas de la disminución de la población de las colmenas mexicanas.

Los resultados arrojaron que los motivos principales eran los insecticidas utilizados de forma indiscriminada en la agricultura, además de agentes biológicos y virus que atacan a las abejas.

De acuerdo con un boletín de la Dirección General de Comunicación Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una manera de medir este fenómeno ha sido la medición del declive de productos apícolas; y aunque México es considerado el 3er mayor productor de miel a nivel mundial, en los últimos años ha experimentado una baja relacionada con la disminución de colmenas.

El peligro de extinción en el que se encuentran las abejas no sólo es un tema de productividad, la mayor importancia de estos animales es su papel como principales polinizadores de cultivos relacionados con la alimentación humana y animal.

En este sentido, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) acordó con productores agrícolas y apícolas de la comarca lagunera para financiar la cría de crisopas, enemigo natural del pulgón amarillo,  plaga que afecta cultivos como el maíz y el sorgo, dos de los productos agrícolas más importantes de la región.

Con este programa se pretende reducir los costos de producción agrícola y mantener el equilibrio ecológico; sobre todo protegiendo a las abejas de quienes tanto dependemos.

Asimismo, la semana pasada tuve oportunidad de reunirme con apicultores de Chiapas con quienes conversamos sobre la próxima implementación del Crédito Ganadero a la Palabra en este rubro.

Los lineamientos del programa contemplan el repoblamiento apícola mediante la entrega de abejas reinas, núcleos y cera estampada hasta para el 50% de las colmenas del o los beneficiarios, tratándose de personas morales; y con un máximo de 200 colmenas.

Otros componentes del programa prevén apoyos de hasta 20 mil o 40 mil pesos para equipamiento, protección, manejo y extracción, para personas físicas y morales respectivamente. Así como 40 o 100 mil pesos en los mismos supuestos para adquirir sacáridos y otros insumos para la torta apícola de estiaje.

Con estas acciones el Gobierno de México pretende impulsar a los pequeños productores mientras recobramos el equilibrio ecológico perdido y aumentamos la producción de forma regional.

Nuestra soberanía alimentaria tendrá tres pilares: el aumento en la productividad basada en los pequeños ganaderos, el mejoramiento del nivel de vida en el medio rural, y la preservación de la naturaleza respetando sus propios ciclos y mejorando las practicas agropecuarias.