El gobierno del estado dejó de cumplir sus obligaciones, y con eso permite que la juventud zacatecana se convierta en carne de cañón, advirtió el Senador de la República, David Monreal Ávila, al señalar la grave crisis de seguridad que padece el Estado de Zacatecas, y si bien reconoció que se trata de un problema nacional, eso no exime al gobierno de su responsabilidad.
Afirmó que la pésima administración de los recursos, sumada a la corrupción y la falta de oportunidades laborales y educativas, han cultivado la violencia y la inseguridad que no permite a las familias zacatecanas vivir con la tranquilidad y la paz que merecen, al mismo tiempo que ha ahuyentado la inversión y el desarrollo.
La lucha contra la inseguridad debe vincularse a la generación de oportunidades por parte del estado, para lo cual es indispensable emprender una lucha frontal y profunda contra la corrupción y la impunidad.
“La impunidad en Zacatecas es tan grande que hay funcionarios que fueron sancionados e inhabilitados por actos de corrupción y ahora son candidatos a cargos públicos. Es el colmo del cinismo; es una bofetada al pueblo”, enfatizó.
Como muestra de la insensibilidad con la que ha actuado el gobierno del estado, recordó que al inicio de esta administración se gastaron 20 millones de pesos del presupuesto estatal para remodelar la Casa de Gobierno, lo que representó la mitad del dinero destinado a vivienda para gente de escasos recursos.
Asimismo, denunció la complicidad del legislativo y el ejecutivo local. “Los diputados locales ni siquiera se han preocupado por preguntar cómo y en qué condiciones se están haciendo las negociaciones para la contratación de la mega deuda, aun cuando se planea gastar en áreas que son presupuestadas y por las cuales se reciben recursos federales”.
En otro contexto, Monreal Ávila se solidarizó con la lucha de los productores de frijol y girasol, quienes recientemente tomaron diversas vías de comunicación en Juan Aldama y Miguel Auza para exigir al Gobierno del Estado el pago de 12 millones de pesos del subsidio a sus cosechas, que se adeuda desde 2013, situación que afecta a por lo menos 400 productores zacatecanos.