El problema de la nación es de fondo, no de coyunturas, no hay más ideologías, esas se perdieron y sólo predomina lo económico, sostuvo el exgobernador de Zacatecas, Arturo Romo Gutiérrez.
De entrada, Romo Gutiérrez estableció con relación a las propuestas de reforma laboral de PRI y PAN que ambos partidos son instrumentos de la oligarquía y recordó que la propuesta del PRI es en esencia la misma presentada por el PAN, con algunas diferencias, como en protección a las mujeres y los outsurcings.
El PRI, sostuvo, perdió su vocación popular, de ahí el requerimiento de una opción seria, que ponga en el centro el interés del pueblo.
Analizó el problema del PRI, y lo definió como estructural, con un modelo contrario a las políticas en prácticas, el neoliberalismo, iniciado en 1985, un modelo que liquidó a las instituciones que podían resistir, como el movimiento obrero o el campesino.
Añadió que fue cuando el PRI cambió en instrumento defensor de clases laborales y se convirtió e una agencia electoral desde los cuarteles de la derecha, lo importante fue que dejó de ser el brazo político de la revolución”..
Descartó el resurgimiento del PRI, porque, expuso, el cambio de colores no repercute ya que se perdieron ideologías y se privilegia sólo lo económico, de ahí que planteara ir a cambios de fondo, porque el problema es de fondo, no de coyunturas.
Las recurrentes crisis económicas por el modelo económico fueron disfuncionales a la realidad mexicana, el PRI se desnaturalizó, inició la persecución de sindicatos obreros y del campo, éste último hoy en una grave crisis.
Todo lo anterior, respondió a pregunta formulada, se liga al problema de la inseguridad y faltan políticas productivas para incorporar a la juventud inquieta, además la estrategia presidencial contra el crimen organizado ha sido errónea, ineficaz.
-Cuando inició esta guerra- continuó- había pocos jóvenes adictos y ahora, en estos cuatro años, el número de consumidores de drogas cada vez más fuertes y más caras, se dispara a cinco millones de ellos.
Consideró eso como una situación a corregir, pero se requiere el cambio de estrategias, con represión policiaca ni militar para combatir un flagelo que puede ser atacado de otra manera.
Finalmente, reflexionó en el sentido de que se requieren medidas para preservar a los jóvenes y el presidente de la República debe escuchar.