- Las reglas de la sucesión Zacatecas 2016 y la importancia de la lealtad y la disciplina.
- Los zacatecanos que han trabajado en la “burbuja” de Manlio Fabio Beltrones.
- En el espíritu de las alianzas del PRI, el PVEM jugará un papel estratégico.
La llegada inminente de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI coloca un tanque de oxigenante gobernabilidad a la administración de Enrique Peña Nieto <en un tramo de agobiante crisis para la figura presidencial>, abre un espacio plural de acuerdos al interior y al exterior de este instituto político y reacomoda de facto los escenarios para la sucesión gubernamental del próximo año en 12 entidades del país, entre las que se encuentra Zacatecas. Los ajustes son evidentes, con repercusiones en el corto y mediano plazo.
Con el arribo del sonorense al PRI se construye un nuevo espacio de poder público en manos de Beltrones de gran influencia dentro y fuera de la administración “peñista”, sin pertenecer al gabinete federal. Con esa decisión también triunfa, con ello, la militancia, la ortodoxia, la fuerza de la disciplina y el oficio político y se pospone para otros tiempos el proyecto de los “yupis”, el de los improvisados e inexpertos, de esos deseosos de asaltar al poder bajo el simplón argumento del “relevo generacional”, que de prosperar hubiera conducido a un desastroso cisma a la administración de Peña Nieto, al partido gobernante y a una mayor inestabilidad a la nación.
Tentativamente (-eso lo veremos en los hechos-), con Beltrones llega al PRI la capacidad, el oficio y la competitividad, porque finalmente el presidente Peña Nieto se convenció de que la legitimidad de su proyecto y la permanencia en el poder –en el 2018- del grupo al que pertenece tendrá que pasar por la aduana del triunfo de la mayoría de las doce gubernaturas que estarán en juego en el 2016, comicios que pondrán en disputa 21 millones de votos ciudadanos. Si no se gana en esa coyuntura, entonces, el derrumbe del gobierno federal iniciará su irremediable picada. Detener ese proceso de deterioro, entre otros objetivos más, será uno de los grandes desafíos de Beltrones y su equipo.
Es una tarea complicada, pero para el político sonorense será un reto excepcional. Siendo senador, Beltrones coadyuvó a crear espacios de estabilidad y equilibrios para el gobierno panista de Felipe calderón y ya como diputado federal se constituyó como uno de los artífices del “Pacto por México”, iniciativa que tanta legitimidad le ha dado a Enrique Peña Nieto y que es una de las cosas que puede presumir. En ese proyecto, el sonorense tuvo en su “burbuja” la colaboración eficaz de algunos zacatecanos, que seguramente no olvidará en esta etapa, a los que llamará para contar con su aporte y cooperación.
La unción próxima de Beltrones en la presidencia del PRI inyectará, por eso, oxígeno al gobierno de Peña Nieto y reacomoda paralela y simultáneamente los proyectos de sucesión 2016 de 12 gubernaturas, entre las que está la de Zacatecas. Y en ese contexto de alianzas del PRI, el Partido Verde Ecologista de México jugará un estratégico papel protagónico.
Con Beltrones se ha gestado una especie de alternancia interna de grupos en el PRI, sin generar choques, rupturas ni enfrentamientos. De esa forma, contrario a lo que ha pasado en la historia política, el Revolucionario Institucional aportará una fuerte dosis de legitimidad a la figura presidencial, contrario a lo que venía pasando en la etapa del partido hegemónico, cuando el Presidente era la única fuente de todo equilibrio y gobernabilidad. Eso se modificó.
BELTRONES, LA HISTORIA DEL PRI Y SU RELACIÓN CON GENARO BORREGO.
Beltrones se convertirá en el presidente número 48 en la historia del PRI, de los cuales once (11) de ellos fueron militares. En total, 22 entidades federativas han aportado líderes nacionales al instituto político fundado en 1929 por el General Plutarco Elías Calles. De esos, dos son originarios de Zacatecas, Matías Ramos Santos quien llegó a encabezar al PRI en 1934 y Genaro Borrego Estrada, en 1992.
Por cierto, Genaro Borrego Estrada, actual alto funcionario corporativo de FEMSA, ha coincidido en diversos momentos de su vida política con Manlio Fabio Beltrones. Ambos fueron gobernadores de sus respectivas entidades.
El primero tomó virtualmente la estafeta que dejara Luis Donaldo Colosio, en 1992, en la presidencia del PRI. Borrego y Beltrones, surgen del mismo grupo político y de la misma matriz ideológica que hoy tiene su segundo aire en el control del poder de la nación.
Las entidades federativas que más número de líderes nacionales del PRI han aportado, son las siguientes: Distrito Federal (6), Estado de México (4), Coahuila (4), Querétaro (3), Jalisco (3), Veracruz (3), Nuevo León (3), Sonora (2) y Zacatecas (2).
En sus valores ideológicos, el PRI ha transitado del nacionalismo revolucionario de sus orígenes, a la filosofía de la solidaridad, hasta posarse en la actualidad en el centro progresismo, como lo definen sus defensores.
LOS REACOMODOS DE LA SUCESIÓN 2016 Y LAS REGLAS PARA LOS “ASPIRINOS”.
Si nos atenemos a los rituales de la política nacional usados para impulsar a Beltrones a la presidencia del PRI, entonces las reglas de la sucesión 2016 hoy son evidentemente claras: trayectoria, disciplina, militancia, capacidad, formación y oficio político.
Pero con Beltrones existe otro elemento que adquiere relevancia y que aunado a los otros factores, tiene que ver éste con el principio de la lealtad al proyecto que encabeza Peña Nieto, para evitar que las sucesiones gubernamentales en los Estado balcanicen el poder nacional y lo concentren en los grupos y mafias regionales. Eso seguramente no lo permitirán ni tolerarán.
Mientras tanto, en Zacatecas siguen corriendo los tiempos de la sucesión 2016 y lo que ha quedado evidente es que no se justifican los aceleres del poder y las intenciones de aquellos que anticipadamente pretenden descarrilar el PRI.
Los que no han recibido señales a favor de su causa han buscado precipitar las decisiones. Esos están por demás nerviosos. Pero aún así no se adelantarán, por lo que se observa, las manecillas del reloj de los destapes. Ya lo veremos.