ELECCIONES EXTRAORDINARIAS Y EL DESLINDE DE TELLO

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manuel ibaraPor: Manuel Ibarra Santos

Las elecciones extraordinarias en el municipio de la capital – un hecho sin precedentes en la historia de Zacatecas – serán un desafío no sólo para el organismo local electoral (IEEZ), sino y sobre todo para la legitimidad del gobierno que encabeza Alejandro Tello, quien por cierto ha tomado la decisión más acertada de inicios de su administración al deslindarse públicamente de su antecesor, en caso de que éste resulte responsable de las acusaciones sobre presuntos delitos de peculado y enriquecimiento ilícito. Esto pone en contexto la relevancia de los intereses de la sociedad y no de los grupos y mafias.

Por lo demás, los comicios extraordinarios en el municipio de Zacatecas, de cuya convocatoria se sabrá próximamente con precisión, se constituirán en el primer proceso plebiscitario para el mandato de Alejandro Tello.

El voto ciudadano a favor o en contra tendrá una profunda repercusión que bien podría alterar, dependiendo de sus resultados, los escenarios políticos del 2018 en la entidad.

En 192 años de historia, el municipio de la capital no había registrado en sus páginas un acontecimiento de tal naturaleza que condujese a la legitimación jurídica de un alcalde  por la vía de una elección extraordinaria. Esta es la primera ocasión.

Ante tal coyuntura, el gobernador Alejandro Tello tiene la oportunidad histórica de mostrar el perfil de  hombre de estado, proyectando su acción por encima de los grupos y los partidos, para garantizar la realización de unas elecciones extraordinarias sujetas al respeto de la legalidad.

Porque el triunfo de Alejandro Tello, hay que decirlo, no se lo debe a nadie, sino sólo y sí, al voto ciudadano, al acompañamiento de su partido y a sus aliados. Miente quien diga lo contrario.

Los posibles resultados de las elecciones extraordinarias plantean un laberinto de singulares complicaciones que  el gobernador Alejandro Tello y su equipo tendrán que abordar con sensibilidad para evitar los escenarios de crispación y/o choque.

De cualquier forma, este proceso electoral extraordinario formula un gran dilema y compromiso para todos los Partidos contendientes.

En particular, el Partido Revolucionario Institucional acudirá a esta contienda, en un contexto de profundo cuestionamiento en contra de quien hasta el pasado día 12 de septiembre, Miguel Alonso Reyes, era su más importante activo, protagonista de innumerables batallas electorales entre el 2010 y 2016, ahora puesto en el banquillo de los acusados por la comisión de innumerables presuntos actos de corrupción.

El gobernador Alejandro Tello tomó, por lo pronto, la iniciativa para deslindarse de su antecesor y aclarar que no encubrirá ningún acto de corrupción. (Periódico El Sol de Zacatecas, 19 de septiembre, 2016). El PRI con objetividad tendrá que hacer lo mismo, para no arrastrar los lastres que manchen a la actual administración estatal. Todo parece indicar que la proyección de Miguel Alonso a un puesto en la administración  federal se estaría derrumbando, porque en el centro ya le perdieron la confianza.

Si a lo anterior se agrega la posición firme de Enrique Rocha Reza, líder nacional del PRI, quien ha solicitado que se investigue a Miguel Alonso, cuidando el proceso en estricto apego a derecho, entonces, lo que se observa es que a MAR también se le despojaría, con esto, del supuesto liderazgo político que dice contar en Zacatecas, para que no tenga influencia en las decisiones locales.

La actitud del gobernador Alejandro Tello ha sido, en contraparte, por demás prudente.  De lo contrario, su gobierno y el pueblo zacatecano tendrían que pagar una costosa y dolorosa factura.

Los partidos políticos, por lo pronto, tendrán que prepararse para contender en la próxima elección extraordinaria.

 

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