ELECCIONES, LEGALIDAD Y EL GOBIERNO DE TELLO

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestShare on TumblrShare on LinkedInEmail this to someone

“Un gobierno es legítimo, en cuanto es legal”: Bobbio.

Por Manuel Ibarra Santos

En esta elección concurrente del 2018 no solamente entrará en tensión el principio de legalidad, sino que pondrá a prueba el poder legítimo y racional de la sociedad, como la planteó en sus obras el sociólogo Max Weber. Y es que hay una tesis básica: la democracia en México y en Zacatecas no puede existir sin respeto al imperio de la Ley.

Fortalecer el estado de derecho en este escenario electoral, es uno grandes compromisos que enfrenta ya el gobernador Alejandro Tello, y que se ha propuesto resolver, por lo que se ve, siendo respetuoso de los comicios y de la vida interna de los partidos, algo que incluso sus correligionarios le han cuestionado.

Pero dicha prudente actitud, podrá ayudar a evitar que los comicios entren en Zacatecas a un torbellino de crispación que nadie desea.

Tenemos que entender que es la Ley, lo que crea el marco dentro del cual la voluntad soberana de los ciudadanos es realizable. La democracia no puede interpretarse al margen del orden constitucional.

Desde hace siglos, incluso miles de años, pensadores como el filósofo griego Platón sentenció que “en donde no hay Ley, no existe la ciudad, esto es, una comunidad con ciudadanos libres”.

Quien formule procesos electorales al margen de la legalidad, estará terriblemente equivocado, con el riesgo de lanzar a nuestra sociedad a etapas del pasado que debieran estar superadas, como el patrimonialismo y el feudalismo.

Garantizar el principio de la legalidad es uno de los mayores compromisos que el Estado Mexicano tiene de cara a los comicios del primero de julio próximo, para evitar que los intolerantes se impongan e impedir que se pervierta aún más la democracia.

 

ELECCIONES, LEGALIDAD Y ÉTICA:

 

Pero el respeto a la ley en los procesos electorales, tiene que estar aderezado por factores éticos y morales, y en donde la justicia se erija, <y no la corrupción>, como la principal virtud de las instituciones públicas.

Si no hay esto, entonces no habrá procesos electorales que contribuyan a mejorar los niveles de bienestar de la población, como bien lo planteó en el siglo XIX, Alejandro de Tocqueville en su obra “La Democracia en América”, en donde afirma que “democracia que no ayuda a reducir la pobreza, no es democracia”

Hay otro elemento por combatir en los procesos electorales, como lo es la impunidad y los excesos en los niveles de financiamiento y los abusos de la partidocracia.

 

IMPUNIDAD Y DEMOCRACIA:

 

Por cierto, Zacatecas, de acuerdo al Instituto Mexicano de Estudios sobre la Impunidad, se localiza en una zona del país de grado alto de impunidad, que tiene que ver con el poco respeto a la ley y a la incapacidad de la autoridad para castigar a los delincuentes.

Para este año, la cifra negra del delito en Zacatecas pasó del 94.8 por ciento en el 2016, al 92% en el 2018, colocándonos por debajo de la media nacional que es del 93 por ciento.

Lo anterior quiere decir que de cada cien delitos que se cometen en nuestro Estado sólo se denuncian y castigan ocho.

La elevada cifra de impunidad en Zacatecas y en México hace que la nuestra sea una sociedad de grandes rezagos y desigualdades.

En el marco de este proceso electoral, tenemos que dimensionar la importancia de la cultura de la legalidad y del combate a la impunidad, como base del desarrollo democrático de la Nación.

Y afirmar, que la honestidad si es un valor ético importante para el bienestar colectivo y el crecimiento económico.

 

Deja un comentario