Con auténtica sorpresa leí la CARTA ABIERTA que organismos empresariales y de la sociedad civil del estado de Michoacán (quince en total), dirigieron al gobernador, Salvador Jara Guerrero, a su Secretario de Educación, Armando Sepúlveda López y a toda la población michoacana. Se trata de un documento excepcional por la comprensión y altura de miras con que enfocan el conflicto educativo que vive desde hace varias semanas el estado y por la equidad, serenidad y justo manejo que hace del derecho a la hora de demandar lo que a su juicio sería la correcta solución de dicho conflicto.
Paso a reseñar lo esencial del extraordinario documento.
1.- El contexto social: “Más allá de las acciones emprendidas por las instancias gubernamentales y los diferentes sectores de la sociedad, resulta innegable que la economía de Michoacán no crece lo suficiente, todavía no existen condiciones adecuadas de seguridad para propiciar un importante flujo de inversión de capitales, los actos de corrupción continúan registrándose en determinados casos, muchos proveedores del gobierno no pueden cobrar sus facturas después de años y, entre otros graves problemas, sigue siendo muy difícil convencer a los mexicanos y extranjeros que pasen días de descanso y vacaciones en nuestro bello estado”. Renglones más abajo y para completar el cuadro, suman el problema educativo: “…y, finalmente, pero no menos importante, el programa (de “Escuela de Tiempo Completo” aclaro yo, ACM) trata de mejorar la educación de los infantes que -no por su culpa- se encuentran entre los estudiantes más mal preparados del país”. Ni más ni menos. ¿Alguien puede, con cifras y hechos duros a mano, desmentir todo esto? ¿Y no resulta evidente que los empresarios que así hablan conocen mejor que los funcionarios del gobierno la situación del estado y les preocupa la inestabilidad y la falta de desrrollo del mismo tanto como la prosperidad de sus negocios?
2.- La naturaleza del problema. A tan preocupante escenario se ha sumado, dice el documento, en semanas recientes, “un lamentable diferendo entre padres de familia y autoridades (¡Ojo! Entre padres de familia y autoridades, no entre Antorcha Campesina y la Secretaría de Educación, como difunde el gobierno) por la implantación del “Programa Escuela de Tiempo Completo” en tres primarias de la ciudad de Morelia. Resulta incomprensible que la autoridad educativa ofrezca tanta resistencia a instrumentar un programa incluido en la Ley de Educación y se niegue a designar a los maestros que estén dispuestos a operarlo con entrega y eficacia”. En estas pocas líneas, los empresarios colocan el problema en sus justos y exactos términos y barren toda la hojarasca de confusión, versiones distorsionadas y mentiras abiertas que propalan el Secretario de Educación y sus voceros, oficiales y oficiosos, asegurando una y otra vez que el conflicto obedece a los intentos de Antorcha Campesina por inmiscuirse en la política educativa del estado. Y sigue la CARTA ABIERTA dando lecciones de ética y de política al gobierno de Michoacán: “Entendemos y apoyamos, pues, la demanda de los padres de familia y comprendemos su irritación por la actitud de la autoridad que se pliega a intereses de grupos sindicales que no sólo declaran su desprecio por las normas educativas, sino que operan al margen de la ley”. ¿Alguien puede desmentir en serio la prostitución de la función pública y el contubernio del aparato del gobierno con grupos de presión que lo apoyan, a cambio de dejar en sus manos la política educativa del estado y todos los recursos destinados a la misma?
3.-La solución justa del conflicto: “…los obstáculos para destinar recursos humanos y materiales” (al programa “Escuela de Tiempo Completo”), los debe enfrentar y resolver de manera diligente una autoridad responsable y no esgrimirlos como insalvables para negar un derecho y generar y prolongar un conflicto. No olvidemos que se trata de mejorar la educación de los michoacanos”. ¡Sí! De eso se trata exactamente y no de pelearle influencia y poder a grupos que, bajo el manto de un “sindicalismo revolucionario”, han puesto bajo su dominio y a su servicio el aparato educativo entero del estado de Michoacán con el único afán pragmático de ganar lo más que se pueda trabajando lo menos que sea posible. Finalmente, al abordar el hecho innegable de que Antorcha Campesina apoya y respalda a los padres de familia que reclaman el derecho a una educación mejor para sus hijos mediante la protesta pública, misma que choca, evidentemente, con el derecho y necesidades de buen funcionamiento de sus negocios, los empresarios danuna lección más de sensatez, racionalidad e inteligencia política: “Garantizar los derechos de todos… cuando el ejercicio del derecho de unos menoscaba el ejercicio del derecho de otros, no requiere de una autoridad represiva, exige gobernantes sensibles, inteligentes y preocupados por el bien público antes que por su carrera política”… por lo que solicitan al Secretario de Educación y al Gobernador “su intervención a fin de que se resuelva con humanismo la demanda de los padres de familia” …con lo cual se resolvería también “nuestro justo reclamo de condiciones favorables para la buena marcha de nuestros negocios…” ¡Me parece que nada hay que agregar a tan claro como acertado planteamiento! Dejémoslo, pues, en esos términos.
Solo falta contrastar la opinión de los empresarios con el discurso ramplón, vulgar y calumnioso del Secretario Armando Sepúlveda. No hay dialogo con Antorcha, dice ese señor, “debido a que el grupo no pertenece al sector educativo… y descartó que vayan a ceder en la imposición de docentes que estos propusieron (El Sol de Michoacán, 23 de marzo) …señaló que no van a permitir que esa organización social tenga mayor intromisión en el sector educativo, por lo que aceptó que se haya roto el diálogo con los líderes de Antorcha…” Y al tiempo que esto declara, toma las escuelas inconformes a mano armada para entregárselas a quienes sí pertenecen al sector educativo, en contra de la voluntad y del derecho legítimo de los padres de familia. El “argumento” del Secretario habla no sólo de un autoritarismo tonto y empecinado; también implica una clara violación a las garantías constitucionales de los antorchistas que, como ciudadanos mexicanos que son, tienen pleno derecho a ocuparse, por las vías legítimas que el derecho establece, de las necesidades y carencias educativas de la niñez, dado que la educación es un derecho universal, un gran problema nacional y no la propiedad privada ni el coto cerrado de caza de funcionarios ineptos y de sindicalistas miopes que ni siquiera saben plantear el problema en sus verdaderos términos. En efecto, ¿dónde se quedaron, en la “denuncia” contra los antorchistas, los padres de familia que exigen el programa “Escuela de Tiempo Completo”? ¿Qué les responde a ellos el Secretario? ¿Dónde está su diagnóstico sobre la situación educativa del estado y las pruebas de que, por el camino de un sindicalismo egoísta, carente de visión de la educación nacional, sin deseos de trabajar y hasta sin conocimientos qué enseñar, la crisis educativa va en camino de resolverse? Y si Antorcha no es interlocutor válido “porque no pertenece al sector educativo”, ¿tampoco lo son los padres de familia que sufren en sus hijos y en su economía el manejo mafioso de la política educativa, mientras que el sindicato, cuyo papel como defensor de los intereses gremiales de los docentes está bien acotado en la ley, sí puede erigirse en autoridad inapelable en cuestiones de política educativa, tan distintas como son de las sindicales?
Pero mafias son mafias y contubernios son contubernios y ningún razonamiento, por legítimo y contundente que sea, logrará conmover siquiera esa perversa alianza de intereses. No hay recurso más eficaz que la lucha organizada del pueblo en defensa de sus intereses y, por eso, llamo desde aquí a todos los padres de familia michoacanos (y aún a quienes no sean padres) a unirse y a organizarse como un solo hombre con nosotros, con Antorcha, para que juntos rescatemos de la ignorancia y del atraso a sus hijos y al país entero. El próximo 12 de abril, en el aniversario luctuoso del fundador de Antorcha en Michoacán, Wenceslao Victoria Soto, el antorchismo nacional se hará representar en un magno evento de masas que marcará el comienzo de la movilización nacional a favor de los humillados y ofendidos de Michoacán. La lucha no será fácil pero tampoco es inútil: es seguro que si perseveramos y no nos rendimos tan fácilmente, más temprano que tarde ganaremos el corazón, la simpatía y el apoyo activo del pueblo mexicano y junto con él, cambiaremos al país entero para bien de todos.