Por Gabriela García

El presidente Andrés Manuel López Obrador, tomó la decisión de vender el avión presidencial por considerarlo era de mucho lujo y eso no va con la austeridad que dice defender. Sin embargo al no poder venderlo se le ocurrió rifarlo para que se lo ganara un mexicano, pero como tampoco esto fue posible, anunció que siempre no, en sustitución de la aeronave los ganadores se llevarían premios monetarios de 20 millones de pesos y los cachitos costarían solamente 500 pesos. Las ganancias, justificó, serían en beneficio del equipamiento de instituciones hospitalarias y para el mejoramiento de escuelas.

Una vez que la Lotería Nacional (Lotenal) imprimió y puso a la venta los boletos no se dio la compra esperada, en tanto AMLO decidió que los hospitales del Instituto de Servicios y Seguridad Social al Servicio del Estado (ISSSTE) debieran “cooperar” dado que serían los directamente beneficiados al ganar alguno de los premios en efectivo.

El ISSSTE de Fresnillo gastó 5 millones de pesos en mil 51 billetes dejando de atender otras prioridades por estar obligados a corresponder a la estrategia del mandatario. La Lotenal realizó el sorteo el 15 de septiembre de 2020 y se dio a conocer que 13 hospitales ganaron alguno de los premios de 20 millones de pesos. Y sorpresa, ganamos con el número 1285450 en el Gran Sorteo Especial Número 235, pero hasta la fecha no se entrega el premio.

Fueron 21 hospitales y escuelas las ganadoras, pero Margarita González, directora de la Lotenal, aclaró “que ningún hospital del país había ganado premio directo en la rifa del avión presidencial”.

 En recientes declaraciones, Saúl Monreal Avila, presidente municipal de Fresnillo, volvió a tocar el tema exigiendo al delegado del ISSSTE así como a Verónica Díaz Robles, Delegada de la Secretaría del Bienestar (cuñada del edil fresnillense), que informen qué pasó con los premios que corresponden legítimamente al citado hospital, pero ambos funcionarios demuestran complicidad con el mandatario.

En este sentido es destacable la postura de Monreal Avila al respecto y en varias entrevistas se ha pronunciado en que el gobierno federal cumpla con la entrega de ese recurso porque se está necesitando para medicamentos y falta arreglar el mismo hospital que está funcionando para la atención de pacientes covid.

Y hoy vuelve a surgir la duda: ¿Dónde están los 4.2 billones de pesos de los premios?

Sucede que la razón de rifar el avión era por representar una ofensa dado lo lujoso del vehículo que como no se vendió, no se rifó y tampoco se usa, se han gastado 33 millones de pesos en mantenimiento, 286 millones en la rifa y 83 millones en trasladarlo de Estados Unidos y tenerlo en resguardo. 

Si la raíz del problema era austeridad y evitar la corrupción, AMLO debe informar porque no entrega los premios, en qué cuenta bancaria está ese dinero. Ya pasaron casi 3 años del gobierno de la transformación y estamos padeciendo las ocurrencias del mandatario. Y lo que se entiende es que los que ganaron deben olvidarse de su premio o simplemente callar y convertirse en cómplices de AMLO en esta jugarreta de la rifa del avión sin avión, esa lógica es la que Andrés implementó y al parecer así debe quedar.  

Y sí, parece un cuento de locos, pero es la política del sexenio: rifa de avión sin avión, compra de medicamentos para el cáncer que no llegan, vacunas para covid-19 con jeringas sin líquido (de lo que hay evidencias en videos), donde lo peor es que enfermeras, militares, doctores, fingen que aplican el biológico.

Es triste que la gente no tenga las condiciones necesarias para tener mejor vida y que ahora en los tiempos de morena, que dijo ser la esperanza de México, todo sea destrucción, corrupción y fraude como sucede con la rifa, otra muestra de la política sexenal equivocada.

A casi la mitad del sexenio, los actos cómicos no terminan y AMLO aún dará mucho de qué hablar abusando del poder presidencial y del consentimiento de una buena parte de los mexicanos porque sabe que puede seguir burlando la inteligencia colectiva, es un político muy hábil, por lo tanto ya es tiempo de reclamar respeto y oponernos a recibir migajas como mascotas, debemos unirnos en una sola fuerza para defender nuestros derechos. Por mientras, en Fresnillo, Zacatecas, siguen esperando el premio. Vale.