Dirigente estatal del Movimiento Antorchista
Zacatecas, Zac. Otra vez la misma historia, pareciera que se ha establecido una competencia en la mayoría de los municipios para demostrar dónde hay más cerrazón, a quién le sale mejor el doble juego y las maniobras o quién puede aguantar más tiempo ante los reclamos populares y no dar solución. Lo anterior no constituye ninguna exageración y se deriva de la problemática que hemos enfrentado en diversos municipios para lograr la atención a modestas peticiones que ha planteado el antorchismo, todas ellas tienen que ver con acciones de orden social u obras de infraestructura básica, que perfectamente pueden ser incorporadas en cualquier programa de gobierno.
Ahora la problemática se presenta en Zacatecas capital, donde a pesar de las declaraciones y los actos estridentes, no hemos avanzado sustancialmente en la atención de las peticiones expuestas desde los primeros días del año y que han sido objeto de diversas reuniones, dichas peticiones, sin duda, contribuirían a abatir el enorme rezago social que padecen la mayoría de los zacatecanos y por ende los habitantes de la capital.
Están justamente a la mitad las administraciones municipales y, sin ninguna exageración, puedo afirmar que sólo en promesas quedó el compromiso suscrito con el entonces candidato Carlos Peña Badillo, en un acto público ante decenas de antorchistas con quienes estableció el acuerdo de trabajar en equipo por el bienestar de los ciudadanos, incluso, con temor a equivocarme, pero vale decir, qué lejos quedaron aquellas circunstancias que he referido sobre el trato amable, la sencillez y la eficacia en el tratamiento de los asuntos cuando el hoy Alcalde se desempeñaba como Secretario Privado del actual Gobernador.
A lo largo de la administración municipal sólo hemos observado evasivas y ofrecimientos poco sustanciales, durante el 2014, luego de andar de oficina en oficina y que diversos funcionarios recibieron a mis compañeros, fue hasta el momento en que establecimos diálogo directo con el Primer Edil que pudimos pactar algunos acuerdos. Sin embargo, en lo que va de este año, nada hemos avanzado, pues de nueva cuenta diversos funcionarios recibieron a mis compañeros y vino la misma tónica: generalidades, propuestas inviables y poco sustentadas y cuando por fin pudimos entablar diálogo con el Primer Edil, la recepción la efectuó un numeroso grupo de funcionarios y Regidores, después de una prolongada espera que todavía se prolongó más por el saludo uno a uno de los asistentes a la comisión.
Pues bien, tal encuentro sólo sirvió para decirnos que acudiéramos a las mesas de recepción de documentos y que ahí identificarían a los peticionarios que cubrieran los requisitos para cada programa y luego se determinaría la cantidad, es decir un auténtico calvario, pues no se concretaba nada.
Pero como de lo que se trata es de recibir soluciones e impedir que los trámites burocráticos limiten el acceso a los programas gubernamentales, mis compañeros acudieron puntualmente a presentar los documentos requeridos y de inmediato, la dirigencia local encabezada por el Ing. Simón Ramírez Sánchez, acudió a solicitar la lista de los beneficiarios calificados; la respuesta fue que se estaba analizando y nos la darían a conocer a la brevedad, pero la respuesta nunca llegó.
No quedó otra alternativa que acudir de nueva cuenta y ante el Secretario Particular Antonio Alvarado quien sólo tuvo a bien proponer: 12 toneladas de cemento para mejoramiento a la vivienda pretendiendo beneficiar a más de 500 solicitantes; ante más de 100 solicitudes de becas para estudiantes de escasos recursos que cumplen los requisitos sólo proponen atender a la mitad; sobre despensas, útiles escolares, la limpieza de los arroyos, la reparación de lámparas y la pavimentación no hay ninguna alternativa.
La oferta resulta del todo inaceptable, pues de hacerlo quedarían sin atención la mayoría de los peticionarios, a efecto de hacernos claridad, conviene hacernos algunas preguntas: ¿Acaso pretenderá el Secretario Particular entregarle medio bulto a cada solicitante? ¿Cree Antonio Alvarado que con medio saco de cemento se puede mejorar la vivienda de los zacatecanos? ¿Qué sentido tenía que acudieran los peticionarios a presentar su documentación? ¿Alguien le aconsejaría al Alcalde que nos metiera al laberinto burocrático pensando que no cumpliríamos?
Las respuestas las tiene Carlos Peña Badillo y su equipo cercano, por nuestra parte hemos sido prudentes y mesurados ante los planteamientos de la administración local, hemos privilegiado el diálogo e intentado llegar a acuerdos racionales, pues una y otra vez, se ha dicho que existen grandes coincidencias, pero en los hechos no se ven. Por ello, no queda otra que salir a la calle a denunciar esta problemática.
La primera marcha se efectuará el 16 de los corrientes y en esta primera etapa acudirán sólo los antorchistas de la capital, sin embargo, de ser necesario sus hermanos de lucha de toda la geografía estatal nos aprestamos a acudir en su apoyo para vencer la demagogia y las maniobras de las que hoy son víctimas.