Antes de las 11:30 horas de este jueves, el gobernador Alejandro Tello, y su esposa Cristina Rodríguez, presidenta honorífica del Sistema Estatal DIF (Sedif) arribaron al 109 de la calle Allende, en el Centro Histórico de la capital de Zacatecas, en esa casa nacieron Pedro y Rafael Coronel.
Y en ese lugar se recibió la urna de mármol con las cenizas de Rafael, el menos de los dos hermanos, fallecido días antes en lo que más tarde en la que llamó “su segunda patria chica”, Cuernavaca, Morelos.
A un costado del edificio de las oficinas de Correos de México, los tres poderes del Estado, órdenes de Gobierno, integrantes de la comunidad artística y cultural, ciudadanos y alumnos de varios niveles educativos se congregaron para decir adiós por última vez a “un zacatecano generoso y dueño de un talento inigualable”, como lo describió el gobernador Alejandro Tello.
Flanqueado flanqueada por elementos motorizados de la Dirección de Policía de Seguridad Vial, llegó el vehículo con las cenizas de Rafael Coronel, también aguardaba la Banda Sinfónica del Estado, agrupación que, con dos marchas mexicanas, encabezó el trayecto hacia el antiguo Convento de San Francisco, pasando por la avenida Hidalgo y las calles Juan de Tolosa y Segunda de Matamoros.
Antes de llegar al recinto, Museo Rafael Coronel desde 1990, el cortejo se detuvo en el atrio de la Catedral Basílica donde el Obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló bendijo la urna.
Y pasado el mediodía, ya en el Museo que lleva su nombre, el cortejo encabezado por el gobernador Alejandro Tello, Rafael Coronel Rivea, hijo del artista, y el subsecretario de Cultura federal, Edgar San Juan, se rindió la primera guardia de honor durante las honras fúnebres.
E su mensaje, el gobernador Alejandro Tello estableció que Zacatecas “se duele por la pérdida de uno de sus artistas más prolíficos y destacados. Genio creador, huella indeleble para el mundo; generación tras generación lo recordarán”.
Rafael Coronel permanecerá a través de su obra, expuesta en galerías, museos y espacios públicos del mundo, ya que trascienden enseñanzas de vida; además, de que sus aportaciones le hicieron de múltiples premios y reconocimientos, añadió.
Cabe destacar que, un día antes, en el Palacio de Bellas Artes, en la capital del país, el mandatario zacatecano encabezó las honras fúnebres y el homenaje que la comunidad artística y cultural del ámbito nacional e internacional rindió al maestro Coronel.
En esta ocasión hicieron lo propio pintores zacatecanos como Emilio Carrasco, Jesús Reyes Cordero, José Esteban Martínez y Susana Salinas, entre otros, además de innumerables amigos, conocidos e integrantes del ámbito artístico local.
El director del Museo Rafael Coronel, Miguel Ángel Díaz, remembró la vida del artista y enfatizó su faceta como promotor del cuidado del patrimonio y coleccionista, ya que él mismo fue quien, con Federico Sescosse Lejeune, sugirió al antiguo convento franciscano para albergar el acervo que donó a los zacatecanos, puesto que la esencia de esta Orden guardaba más empatía con su propuesta plástica.
Los elementos del Ejército Mexicano tocaron silencio, distinción para autoridades militares, héroes de la patria y personajes ilustres, como el maestro Rafael Coronel Arroyo.
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