Sabedores que el ser humano vive actualmente un deterioro en sus condiciones de vida, la licenciada de Mercadotecnia, Giselle Arellano Ávila señaló que éstas, están estrechamente vinculados en factores medioambientales, entre ellos la escasez y contaminación del agua, así como las deficientes políticas de Estado en lo concerniente a este tema.
En este renglón afirmó que existe una guerra por el agua, sin pretender ser fatalistas, no es una idea lejana, desgraciadamente los conflictos por este vital líquido en este incipiente siglo XXI se librarán en gran medida por la posesión del agua, tal y como sucediera en el siglo XX, cuando se llevaron a cabo, disputas del petróleo.
Asimismo, Giselle Arellano Ávila subrayó que el cambio climático y calentamiento global, son dos de los fenómenos ambientales que inciden en mucho en la escasez de agua, dando como consecuencia la sequía, o bien, en su abundante precipitación natural como lo son las inundaciones, efectos sumamente perniciosos para la salud y sobrevivencia del ser humano en el planeta.
Destacó que en México hay agua más que suficiente, para el uso doméstico, la agricultura y la industria, el problema radica en que algunos sectores (principalmente la población más pobre) quedan excluidos sistemáticamente del acceso al agua por su pobreza, por sus limitados derechos legales que muchas veces no cuentan demasiado si las instituciones que deben proteger dichos derechos son inaccesibles o se muestran indiferentes, además de que las políticas públicas les limitan el acceso a las infraestructuras que proporcionan agua para la vida.
De manera que, Arellano Ávila puntualizó que nuestro país frente al mundo goza de una disponibilidad de agua por encima de la cantidad que expertos recomiendan como suficiente para llevar una vida digna. Sin embargo, un análisis de la disponibilidad de agua en el país da cuenta de la escasez física del recurso. Para eso es necesario desenmarañar las estadísticas generales que esconden marcadas diferencias entre regiones, lo que en algunos casos ha influido en el desarrollo de algunas zonas del país relegando a otras a la pobreza, además del imparable desarrollo en los sectores privilegiados que demandan la sobreexplotación de acuíferos, llevando a dichas zonas a enfrentar situaciones de estrés hídrico alarmante.
Y añadió que frente a esta escasez de agua, se hace necesario equilibrar la oferta y la demanda del recurso, analizando las posibilidades en cada parte de la ecuación e implementado aquellas que de manera sustentable contribuyan a la reducción de la crisis de agua ya que se corre el riesgo de enfrentar las sequías, o bien las inundaciones que tienen consecuencias devastadores para el desarrollo humano que para que éste continúe, es necesario la implementación de proyectos estratégicos de infraestructura hidráulica que permitan hacer realidad y validar, el derecho humano al agua, que todos tenemos.