Símbolo e identidad del pueblo de Zacatecas, la leyenda del “Indio Triste” y la escultura original que por más de un siglo formó parte del paisaje urbano de la capital, se encuentra resguardada y en exhibición en las instalaciones del Museo Zacatecano para que propios y visitantes, conozcan la pieza que materializa la tradición oral de esta historia de amor.
El 13 de septiembre del 2015, la escultura del “Indio Triste”, punto de referencia de zacatecanas y zacatecanos, ubicada en la azotea de una finca en el cruce de la calle Juan de Tolosa y del Callejón que da nombre a esta escultura, cayó de las alturas, quedando casi destruida y dando fin a una parte del paisaje urbano de la ciudad de Zacatecas desde la primera década del Siglo XX.
La leyenda del “Indio Triste” forma parte de la tradición oral que se ha mantenido viva y narra la historia del indígena Tlacuitl, quien es rechazado en amores por Xuchitl, hija de Xólotl, cacique de la región, tras enamorarse ésta de un sobrino de Don Diego de Ibarra, fundador de Zacatecas.
Tlacuitl, tras ser rechazado, muere de tristeza con una flor en la mano, símbolo de su eterno amor a Xuchitl, y su historia quedó plasmada y materializada en la escultura del “Indio Triste”, en este tradicional callejón.
Pese al daño sufrido tras su colapso, los restos de la escultura original fueron rescatados por la Junta Local de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas y, con el apoyo de la Escuela de Conservación y Restauración Refugio Reyes, se restauró y consolidó la escultura hasta donde fue posible, desapareciendo rostro y brazos.
La pieza original se encuentra en exhibición en el primer piso del Museo Zacatecano, perteneciente al Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), ubicado en la Calle Ignacio Hierro 307 en el Centro Histórico, y forma parte del patrimonio que desde el Gobierno del Estado se impulsa para la recuperación y reactivación de los espacios culturales.
Cabe recordar que en el mismo sitio que ocupaba esta pieza, fue colocada una nueva escultura, igual a la original, con el propósito de conservar viva la tradición oral del “Callejón del Indio Triste”.