Sin negar las virtudes de la propuesta de un tribunal de cuentas en el estado de Zacatecas, para Morena no existe el contexto que le de viabilidad en lo inmediato.

 

La acumulación de señalamientos públicos de que la obra pública se reparte en función de los sobornos popularmente conocidos como diezmos, indujo a de partidos políticos, diputados y periodistas a revivir la iniciativa del tribunal de cuentas, que en caso de haber sido aprobada en los inicios del gobierno de Miguel Alonso sería un indicador de voluntad política contra la corrupción.

 

Saludamos que el tema sea motivo de reflexión generalizada, ya que aunque no sea de realización inmediata la discusión, puede generar el impulso necesario para que llegada la hora de la renovación de los poderes locales, la sociedad tenga claridad sobre los cambios a los que deberán comprometerse los nuevos mandos.

 

Para Morena, algunos elementos de la estrategia local contra la corrupción son los siguientes:

 

1.- Asumir como punto de partida el castigo penal de corruptos y corruptores.

 

2.- Crear un órgano técnico fiscalizador no subordinado al gobierno en turno, ni integrado con personal técnico negociado por partido y fracciones parlamentarias como cuota partidista.

 

3.- Someter a revisión el rol de las contralorías municipales.

 

4.- Eliminar o ampliar en grado superlativo los plazos de la prescripción de delitos cometidos desde la función pública.

 

5.- Introducir normas para evitar que accedan al congreso local servidores públicos cuyas cuentas no hayan sido debidamente dictaminadas.

 

6.-Introducir en el Código Penal el delito de conflicto de intereses.

 

7.- Penalizar el encubrimiento y toda modalidad de conducta omisa de   tienen obligaciones legales al respecto.

 

La impunidad en nuestro país se ha convertido en el principal motor de la descomposición social.

 

La corrupción siendo un problema generalizado no se resolverá si además de una estrategia general no hay la voluntad política en los estados y Zacatecas no cuenta con gobernantes comprometidos contra ese flagelo, por tal razón la esperanza reside en el involucramiento de la sociedad en la resolución de un problema que ha rebasado a todos.