Alfredo Méndez Guerrero, encargado del Programa de Prevención de Accidentes de la Secretaría de Salud (SSZ), informó que aún cuando el hogar debería ser considerado el lugar más seguro para los infantes, paradójicamente es donde más ocurren sucesos que pueden poner en peligro su integridad o la propia vida.
Y puede ser por descuidos o falta de precauciones de los padres de familia, y para evitar caídas, se deben mantener las ventanas libres de muebles cercanos que los menores puedan trepar y caer a través de la ventana; colocar barreras de protección en ventanas, terrazas, balcones y escaleras; evitar que un menor juegue cerca de pozos, agujeros, escaleras, ventanas, terrazas y balcones.
Es importante establecer el diálogo con los menores para alertarlos del peligro que implica que se encuentren cerca de la estufa, que intenten manipular los quemadores, o que traten de usar cuchillos, navajas o cualquier objeto punzocortante.
Los atragantamientos también pueden presentarse; por ello, no debe permitirse que los niños consuman sin supervisión alimentos como: salchichas, frutas con semillas, palomitas de maíz, nueces, cacahuates o semillas, dulces de caramelo macizo, pasas, vegetales y frutas crudas de consistencia dura y uvas enteras que pudieran ocasionar una obstrucción en sus vías respiratorias.
Se recomienda que se coloquen fuera del alcance de los niños y, de preferencia, bajo llave: medicamentos y productos tóxicos tales como cloro, detergentes, limpiadores, solventes, thinner, insecticidas, etcétera, los cuales deberán mantenerse en envases originales y evitar usar envases de bebidas como refrescos, jugos y agua.