Un gran favor le haría Miguel Alonso Reyes a los zacatecanos si en lugar de tratar de desviar la atención con problemas entre particulares que se pueden resolver en cualquier barandilla, se dedicara a atacar los verdaderos problemas de inseguridad que se han multiplicado en la entidad desde su llegada al gobierno estatal, como si hubiera habido un pacto de paso libre con los grupos de narcotraficantes que operan en la entidad.
Muestra de ello son las narco fosas y los entambados hallados el día de ayer en la comunidad de México Nuevo, cerca de la Fresnillo, que deberían mantener ocupados y preocupados a todos los funcionarios de su estado, sobre todo al gobernador.
Mientras Miguel Alonso sigue en su personalísima tarea de perseguir a todo aquel que haya tenido alguna relación o vínculo con la administración de Amalia García Medina, utilizando todo el aparato de justicia en revanchas políticas, los zacatecanos viven momentos de intranquilidad e inseguridad que han aumentado coincidentemente desde la toma de protesta del priista como gobernador.
Luego de que el pasado 23 de marzo el Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito otorgara a la ex mandataria de Zacatecas un amparo contra la investigación que amañadamente se inició en su contra por órdenes del priista Miguel Alonso, el pasado fin de semana la Procuraduría a su cargo optó por acusar por medio de prestanombres a Sonia Villarreal por el presunto robo de mobiliario de una discoteca, cargos que la inculpada ha negado tajantemente.
A pesar que por el delito que se le imputa la acusada puede solicitar la libertad bajo fianza que la ley concede, el gobernador de Zacatecas ha mandatado a sus subordinados en la Procuraduría del estado negarle dicha prerrogativa a Villarreal Silguero, argumentando que el domicilio proporcionado por la exfuncionaria es falso y que “carece de arraigo en la entidad”, lo que supuestamente podría motivar que pudiera evadir la acción de la justicia.
Por las anomalías ya mencionadas, solicitaremos a la brevedad la intervención de las comisiones estatal y nacional de derechos humanos, pues está claro que en dicho proceso acusatorio se están violentando los derechos fundamentales de Sonia Villarreal.
Por el bien de la entidad y de la procuración de la justicia en el estado, emplazamos a Miguel Alonso Reyes a dejar de amedrentar a todo aquel que desempeñó algún cargo en el gobierno de Amalia García Medina y dejar de reprimir a quienes considera sus enemigos políticos, y en su lugar dedicarse a atacar los verdaderos problemas de inseguridad y violencia que se viven diariamente en las calles de todos los municipios del estado de Zacatecas.