Los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ) festejaron el “Día del Niño” con los infantes internados en las áreas de oncología, pediatría y nefrología de los Hospitales Generales de Zacatecas, Fresnillo, Jerez y Loreto, así como del nosocomio de Salud Mental de Calera y comunitario de Ojocaliente.

Durante la celebración, les fueron entregados 1 mil 500 juguetes, gracias a la donación realizada por los y las trabajadoras de esta institución y por la asociación “Promotoras y Promotores Voluntarios con la Salud de los Zacatecanos, A.C”.

Acompañada por integrantes de la asociación civil, la titular de ésta, Cecilia Orendain de Estrada, visitó las diversas unidades médicas y convivió con las y los pequeños pacientes, así como con familiares de los mismos.

En el Hospital General “Luz González Cosío” se disfrutó de varias actividades, entre las que destacaron la presentación de la cuentista Salma Escobar y otros números artísticos, en los cuales participó personal médico y de enfermería del propio nosocomio.

Además, ante el entusiasmo y la algarabía de los presentes, se quebraron las tradicionales piñatas y se hizo entrega de un paquete de juguetes, acompañado de un refrigerio, así como aguas frescas, pastel y bolos.

En su mensaje, la titular de  Promotoras y Promotores Voluntarios con la Salud de los Zacatecanos A.C. reconoció la voluntad y la sensibilidad de quienes integran la asociación, así como de los trabajadores de los SSZ que donaron juguetes.

Orendain de Estrada dijo que el Día del Niño es una ocasión especial, en la que se festeja a los pequeños, con el objeto de promover la fraternidad y los valores, a través de la convivencia con los pacientes, sus padres y el personal de salud, lo que, además del acercamiento emocional, logra conservar la tradición de esta fecha tan especial.

Se pronunció por el respeto a los derechos de los menores, entre los que resaltan el acceso a la vivienda, alimentación, recreación, servicios médicos y educación gratuita, así como el recibir amor y compresión que les permita desarrollarse plenamente en un ambiente de armonía.