El Festival Internacional de Teatro de Calle de Zacatecas ha sido un parteaguas para las compañías escénicas locales; es el escenario ideal para «que todo el mundo te vea, porque en la calle hay público para todos los espacios, para todas las funciones, para todas las puestas en escena», dijo la dramaturga y directora teatral Claudia Solís Andrade.
Un total de 15 compañías teatrales de las escenas mundial, nacional y local, a partir de este sábado 19 y hasta el 27 de octubre, irrumpirán un año más, con su arte en plazas y plazuelas de la capital zacatecana y de otros municipios, con el inicio del Festival Internacional de Teatro de Calle Zacatecas 2019.
Claudia Solís, también directora de la compañía MoMo Teatro, que ha participado en el Festival desde su primera edición, consideró que éste ha sido un parteaguas para quienes, en Zacatecas y en otras partes del mundo, se dedican a las artes escénicas.
«El Festival nos ha permitido, además de mostrar nuestro trabajo, conocer las distintas propuestas de otros países e intercambiar conocimientos teóricos que nos han servido de complemento», comentó.
Y así es como se logró la fusión con la agrupación colombiana La Clepsidra Teatro, de Colombia, que dirige Giovanni Gamboa, la compañía MoMo, para la realización del montaje de El Ruiseñor y La Rosa, basado en el texto de Oscar Wilde y que se presentará en esta edición.
A partir de este sábado y durante una semana, los zacatecanos y visitantes, serán parte de los montajes escénicos en espacios urbanos, fantasía, acrobacias, música y danza, gracias al Festival único en género en el país, y que durante la administración del Gobernador Alejandro Tello ha tenido un particular impulso.
El teatro debe ser directo, impactante y poético
Para la también teórica del arte Claudia Solís, el teatro debe ser directo, impactante y poético, por ello, en esta edición la agrupación zacatecana MoMo Teatro, en coproducción con La Clepsidra Teatro, de Colombia, presentará en el Festival Internacional la obra El Ruiseñor y La Rosa.
Con base en textos de la literatura universal, Claudia Solís les da vida, en la representación del teatro de calle, a personajes que se desenvuelven en espacios urbanos, en los que se involucra, voluntaria o involuntariamente, a públicos muy diversos.
En medio del ruido de los coches, del transitar de los peatones, en baños públicos, carnicerías, plazas, callejones, en el transporte público y en el trajinar de los lugares alternativos de las urbes o barrios, MoMo intervine para deslumbrar y hacer a la gente olvidarse, aunque sea momentáneamente, de sus problemas.
La poética de la imagen
«Le apostamos a la poética de la imagen, ya que, aunque en nuestros actos hay palabra, son pequeños destellos de palabra; hacemos trabajo físico muy fuerte, que requiere una gran capacidad física y concentración, porque mostramos acrobacia sobre zancos, que requiere mucho tiempo de entrenamiento», comentó Solís Andrade.
En la transición del teatro intimista al de calle, MoMo ha tenido gratas experiencias, porque mientras en el primero se puede oír cómo respira el personaje y, si te toca, sientes calosfríos, en el de calle se le apuesta a la imagen, se sobrepone lo visual, y aquí intervine la capacidad del actor para resolver en escena una pequeña historia.
Con El Ruiseñor y La Rosa, el público podrá ver trabajo de los tres niveles, el alto, medio y bajo, acrobacias tanto en aire como en piso y sobre zancos, con actores de Zacatecas y de Colombia.
Esta puesta en escena se presentará el sábado 26 y domingo 27 de octubre, a las 19:00 horas, en la Plazuela Goitia, del Centro Histórico de Zacatecas.