FIESTAS DEL BICENTENARIO. Por Mario Luis Molina

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“De guitarra y pelo largo
porque creo en ellos
porque tengo un credo
y tengo la verdad enfrente
si te veo como patria
y el deber de caminar
amándote he de ser
yo mismo para ti
para teñir una y mil veces
en mi frente tu reflejo tricolor
¡ay amor!”

Fernando Delgadillo

Todo el mundo les decía el horno no  esta para bollos, hay amenazas de revueltas en el sur y norte del país, pero el régimen hacia oídos sordos y ojos ciegos, todo mundo advertía hay bandas de ladrones, secuestradores, robachicos y asaltantes merodeando  y asolando la ciudad de México, pero insistían que la seguridad estaba garantizada, todos decían no hagan gastos superfluos, tanta pompa es un insulto a las condiciones que imperan en la sociedad mexicana, pero el régimen decía que no, que precisamente había  necesidad de mostrar ante los países del mundo y sus inversionistas que México era una nación importante, progresista y confiable. El prestigio internacional de México se fincaba en su disposición a la inversión extranjera y las garantías y privilegios que el gobierno mexicano les otorgaba. El  gobierno quiso asegurarse un lugar digno en la comunidad mundial. Como parte de un modelo de construcción nacional y conciencia histórica impulsado por el régimen. Valiéndose de medios propagandísticos como: el ensalzamiento de los héroes patrios, las construcciones civiles y los monumentos conmemorativos.

El país entero envuelto los festejos, todos aseguraban tener restos de ADN insurgente, se puso de moda ser mexicanos un poco afrancesado pero mexicanos al fin de mantenerse al modo más moderno, todos hijos de hidalgo y primos de Javier Mina, si buscas por los rincones nadie quiere saber de Miramon en aquellos lejanos días, en México jamás  ha existido un traidor, los vende patrias  son solo un mito, la nación es grande, cohesionada, única, gigante, la patria y su reflejo tricolor se impone.

En aquellos lejanos días de 1910, el régimen pre-priista* de Porfirio Díaz  no escatimaba el lujo, la gala de las fiestas, obras de teatro y corridas de toro todo en honor de los héroes que nos dieron patria. Hoy como ayer todos tenemos un ante pasado revolucionario, independentista, héroe de reforma, guerrillero contra intervencionista, insurgente no reconocido, nadie en su familia conoce de traidores, vende patrias, hoy todos somos patriotas que amamos a México.  La agenda de aquel septiembre de 1910  incluía: Día 1

Inauguración del Asilo General (Manicomio General). Construido en los terrenos de la antigua hacienda La Castañeda, cercana a Mixcoac.

Día 2

Recepción de la pila bautismal de Miguel Hidalgo y Costilla en la estación Colonia. Inauguración de la exposición japonesa en el Palacio de Cristal (Museo del Chopo). Inauguración de la exposición popular de higiene. Inauguración de la Exposición Mineralógica. Inauguración de las exposiciones permanentes, reformadas y enriquecidas del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, el Museo Nacional Tecnológico. Inauguración de la Exposición de figuras de cera, que representaban personajes y episodios histórico nacionales (El Grito de Dolores, Descubrimiento del Pulque, Juárez firma las Leyes de Reforma, Juan Diego y las apariciones de la Virgen de Guadalupe, etcétera.)

Día 4

Fiestas del Comercio Banca e Industria. Desfile de carros alegóricos. En el que lo mismo aparecía representado La Agricultura -con escenas de la vida campestre y productos de cada región- como el carro del Cognac, que simulaba una taberna con campesinas francesas y mosqueteros; o una escena cortesana del reinado de Luis XV de Francia. El Centro Mercantil llevaba, sobre una plataforma decorada con banderas nacionales y francesas, un busto de Hidalgo coronado por la mano de una arrogante mujer que representaba a la Patria, y, a ambos lados, otros dos bustos: uno del Benemérito Juárez y otro del general Díaz, coronados respectivamente por la Justicia y por la Paz; otros patrocinadores fueron El Palacio de Hierro, Agricultura, Minería, Industria, Bancos, El Buen Tono, etcétera. En todos los carros alegóricos dominaba la imaginería francesa. Homenaje a Rubén Darío con presencia del mismo en el puerto de Veracruz. A causa de la revolución en Nicaragua el gobierno de Porfirio Díaz le pide que no ascienda a Ciudad México, y el 12 de septiembre parte rumbo a La Habana.

Día 5

Solemne recepción de los embajadores extranjeros en el Palacio Nacional. Porfirio Díaz a fundar el Servicio Sismológico Nacional (SSN), inauguración de la Estación Sismológica Central.

Día 15

Gran desfile histórico de carros alegóricos con representaciones de: los indios aztecas, el emperador Moctezuma, Hernán Cortés, indios tlaxcaltecas, época de la Conquista, don Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero y el Ejército Trigarante. Fiesta de la Beneficencia Pública.  Funciones populares de teatro y toros. En la noche, Porfirio Díaz gritó a voz en cuello: ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia! ¡Vivan los héroes de la Patria! ¡Viva la República! ¡Viva el pueblo mexicano!. Carmen Romero Rubio ofrece recepción en los salones de Palacio Nacional. Fuegos artificiales.

Día 16

Inauguración del monumento a la Independencia, a cargo de Miguel S. Macedo subsecretario de Gobernación. Inauguración del monumento a Cuauhtémoc. Ceremonia oficial del centésimo aniversario del Grito de Dolores. Los embajadores y delegados extranjeros recorren en carruajes la Avenida de San Francisco en medio de una lluvia de flores. Gran desfile militar, tomando parte los marinos franceses, alemanes, argentinos y brasileños. Apertura del Congreso de la Unión. María Conesa entona el himno nacional.

Día 17

Entrega del uniforme de Morelos por la embajada Española. Las prendas personales de José María Morelos que estaban en un Museo de Madrid. Entrega de las banderas insurgentes; figurando la Virgen de Guadalupe que Hidalgo tomó en Atotonilco como estandarte, escoltadas por generales que acompañan el uniforme. Entrega del Collar Carlos II, de España. Trofeo militar en que fue conducido el uniforme de Morelos.

Día 18

Inauguración del monumento a Juárez (Hemiciclo a Juárez). Celebración del centenario de la República de Chile. Desfile de marinos argentinos, brasileños y tropas mexicanas frente a la delegación Chilena. Devolución de las llaves de la ciudad México, que le habían entregado al general Federico Forey en 1863, durante la Segunda Intervención Francesa en México, por parte de la embajada de Francia en el Palacio Nacional. Inauguración de la Escuela Nacional de Altos estudios (ENAE), con su primer director Porfirio Parra.

Inauguración de la Universidad Nacional de México. Con la presencia de Justo Sierra, secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, así como representantes de universidades extranjeras y cuerpo diplomático, el presidente de la República, Porfirio Díaz, declaró inaugurada “solemne y legalmente” la Universidad Nacional de México. En el acto el presidente confirió el grado de doctores ex oficio a varios personajes.

Meses después de la fiesta y aun con la resaca de haber celebrado no solo la independencia si no también la “entrada” a la modernidad, sucedió lo que todos conocemos que sucedió. Alzados por todos lados revueltas que duran  mas de lo que uno quisiera, caudillos por todo lados, gente agraviada ansiosa de seguirlos, deseos de venganza y carnicerías, aun así parece no aprendimos nada y la fiesta del bicentenario es lo único que nos preocupa.

*Según yo y sin ser historiador o biógrafo de nada la historia moderna de México se divide así. En el Pre-priismo, Priismo, Priismo tardío, Pre-pánico, pánico y el sálvese el que pueda.

Para dudas o comentarios polimentarios890@hotmail.com o polimentarios@yahoo.com

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