Por Dr. Ulises Mejía Haro*
En México, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) representan el motor económico del país. Generan más del 80% del empleo empresarial y aportan el 52.2% de los ingresos de las empresas, según el INEGI. De los 4.9 millones de establecimientos identificados en los Censos Económicos 2019, el 99.8% son MiPyMEs: 95% microempresas (0 a 10 empleados), 4% pequeñas (11 a 50 empleados) y 0.8% medianas (51 a 250 empleados). Este sector es esencial no solo para la economía, sino también para millones de familias mexicanas que dependen de él.
Sin embargo, las MiPyMEs enfrentan importantes desafíos, como el acceso a financiamiento, capacitación y digitalización. Ante esta realidad, hemos planteado una reforma a la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, buscando reconfigurar la categoría actual de MiPyMEs para dar paso a una nueva clasificación: MyPe (Micro y Pequeña Empresa).
Esta iniciativa responde a la necesidad de garantizar un apoyo más equitativo, ya que las medianas empresas suelen acaparar los programas gubernamentales y financiamientos debido a su madurez financiera, mientras que las micro y pequeñas empresas enfrentan mayores barreras para acceder a estos beneficios.
Con esta nueva clasificación, se implementarán esquemas de apoyo diferenciados que prioricen a las micro y pequeñas empresas, las cuales generan el 80% de los empleos formales en México y aportan entre el 23% y el 25% del PIB nacional. La reforma propone estímulos fiscales, económicos y normativos adecuados a cada estrato empresarial, fortaleciendo su sostenibilidad y crecimiento.
Asimismo, hemos propuesto un esquema de financiamiento revolvente, que podría incrementarse anualmente según el desempeño de las empresas beneficiadas. Este financiamiento estaría enfocado a:
•Equipamiento y modernización: Mejorar sistemas de compra-venta y aumentar la productividad.
•Capacitación y asesoría: Brindar herramientas legales, laborales y empresariales para fomentar climas laborales positivos y evitar conflictos.
•Emprendimiento y desarrollo empresarial: Reducir la curva de aprendizaje de los nuevos negocios y fomentar su consolidación en el mercado.
Además de la recategorización empresarial, la propuesta incluye programas de incubación, acceso a mercados, networking y mentoría para emprendedores. También he subrayado la importancia de que los gobiernos locales y federal destinen mayores recursos para fomentar e impulsar este importante sector generador de empleos.
Con medidas como financiamiento accesible, ferias de exposición y espacios de coworking, buscamos generar un entorno competitivo que permita a las MyPe prosperar. Estas propuestas no solo impactarán positivamente en la economía, sino que también fortalecerán la cohesión social al garantizar mejores empleos y prestaciones para los trabajadores.
Los avances recientes en justicia laboral, como el aumento del aguinaldo, la reducción de la jornada laboral y el incremento del salario mínimo, son pasos importantes hacia el bienestar de los trabajadores; ahora, es fundamental complementarlos con incentivos económicos para evitar que estas reformas afecten la viabilidad de las micro y pequeñas empresas, y, por el contrario, fortalecerlas como generadoras de empleo y bienestar.
Las MyPe enfrentan grandes desafíos, pero también tienen un enorme potencial para ser el pilar del desarrollo económico inclusivo en México. Es momento de replantear sus cargas fiscales, capacitarlas y fortalecer su competitividad. Como diputado federal, mi compromiso es construir un marco legislativo que impulse su crecimiento y garantice un futuro más prometedor para millones de familias mexicanas.
*Diputado Federal por Zacatecas