Ante las amenazas de Donald Trump de poner fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Partido del Trabajo exige al gobierno mexicano mantenerse firme en las negociaciones y no sucumbir ante las presiones del presidente de los Estados Unidos.
Consideramos inaceptable que el mandatario estadounidense provoque incertidumbre y desestabilice el proceso de negociación con México y Canadá, al lanzar de amenazas en redes sociales, puesto que está en juego no sólo la economía de los países involucrados, sino la vida de millones de ciudadanos. Por tanto, consideramos imperativo que el presidente Trump haga uso de los canales diplomáticos para la emisión y tratamiento de mensajes o posturas en torno al tema, mientras que por parte el gobierno mexicano, es necesario se mantenga enérgico en las negociaciones y no permita más atropellos por parte del gobierno norteamericano.
Ante este escenario, reiteramos nuestra propuesta de urgir al gobierno mexicano para que vea otras opciones de intercambio comercial como Brasil, Ecuador, Argentina, entre otros, y buscar mayor intercambio con Europa y Asia para que de esta manera se cubran vacíos que pudiera dejar la eventual retirada de Estados Unidos.
Asimismo, pedimos sean dados a conocer los avances de las pláticas entre los tres países, puesto que los mexicanos tenemos derecho a saber los acuerdos a que se lleguen, ya que de ellos depende, en gran medida, el bienestar de nuestro país y de las familias mexicanas. Insistimos en que el gobierno tome en cuenta las opiniones de los diversos sectores de la sociedad, sobre todo de aquellos que se han visto seriamente perjudicados, como los campesinos, los dueños de micro, pequeñas y medianas empresas, los industriales del calzado, entre otros.
Al mismo tiempo, expresamos nuestra rotunda oposición al muro en la frontera México-Estados Unidos, que consideramos en una ignominia, por lo que hacemos un llamado para que los tres gobiernos realicen acciones conjuntas de combate a los delitos de narcotráfico, tráfico de armas y de personas dentro de un esquema de respeto a las leyes de cada país y de los derechos humanos de los migrantes, toda vez que, convencidos estamos, las medidas punitivas y las agresiones no resuelven sino al contrario, agravan la problemática.