Sobre la densa selva de Quintana Roo, emergen las imponentes cúspides de Ichkabal, una antigua ciudad maya que se convertirá en un importante atractivo cultural de la región. Localizada a 40 kilómetros de la laguna de Bacalar, esta zona arqueológica, descubierta a finales del siglo XX, está en proceso de ser abierta al público gracias a los esfuerzos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) y el apoyo del proyecto Tren Maya.

Durante una gira de trabajo, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo visitaron las obras en Ichkabal, acompañados por el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, quien destacó la importancia histórica y cultural de este sitio. Ichkabal, fundada hace más de 2,400 años, fue un poderoso centro político maya que conectaba las regiones de la selva chiapaneca y campechana con el Petén guatemalteco y la península de Yucatán.

Gracias al trabajo de arqueólogos y al uso de tecnología avanzada como LiDAR, se ha revelado que la ciudad abarcaba más de 60 kilómetros cuadrados. Entre sus tesoros destacan edificaciones colosales como el Edificio 4, que conserva una escalinata estucada y mascarones de cinco metros de altura, y el Edificio 5, que preserva murales, glifos y bajorrelieves que narran la historia de sus antiguos habitantes.

Con su apertura, Ichkabal promete deslumbrar a visitantes de todo el mundo, quienes podrán caminar entre sus monumentales estructuras y admirar la grandeza de esta civilización que dominó la región durante siglos.