Un total de doscientas 74 familias que habitan el fraccionamiento “Rincón Guadalupano” ubicado en la cabecera municipal, fueron beneficiados con el crédito otorgado por Infonavit; a los pocos meses de haber recibido y de habitar las casas empezaron a surgir en ellas los llamados vicios ocultos, presentándose después daños estructurales irreparables que ponen en riesgo la vida de las personas.
De acuerdo a datos del portal de internet del Instituto del Fondo Nacional de Fomento para la Vivienda del Trabajador (Infonavit), fue el 21 de abril de 1972 cuando se promulga la Ley que funda este organismo con lo que se da cumplimiento al derecho a la vivienda de los trabajadores establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el 5 de febrero de 1917, fecha de su promulgación. La forma consistió en reunir en un fondo nacional las aportaciones patronales del 5% del salario de cada uno de los trabajadores que tuvieran contratados para darles la oportunidad de obtener un crédito de vivienda o el derecho a que sus ahorros les sean devueltos, esto no ha pasado en el caso que nos ocupa.
Pasados los años, los vecinos de dicha colonia siguen denunciando que la empresa Constructora Obrera de Tamaulipas S.A de C.V (COTSA), al parecer en convenio con Hormigón S.A de C.V, les entregaron viviendas que más bien son ‘casas mazapán’ o “polvorón”, con el respaldo de las autoridades que en su momento validaron las edificaciones.
Ante el problema, los afectados siguen reclamando al Infonavit la reubicación o bien la devolución del dinero pagado para que sigan arreglando cuarteaduras, hundimientos, colapso de tuberías, filtraciones de agua y aire por techos, paredes y pisos que son problemas mayores ante la fragilidad de sus estructuras.
Los estudios de suelo realizados por autoridades municipales y de protección civil, han determinado que éste no es el adecuado para la construcción de viviendas, por lo que todo arreglo que se hace en las mismas ha resultado en vano, toda vez que es un problema es ocasionado por el tipo de suelo del lugar, problema extendido dada la vibración que genera el tránsito del ferrocarril que atraviesa la ciudad de Guadalupe y Zacatecas.
Es esta la causa por la que los ciudadanos solicitaron el apoyo del Movimiento Antorchista de Zacatecas, quienes afirman haber recorrido todas las instancias, además de que han intervenido distintas autoridades, pero no se resuelve el problema de manera definitiva; ya no aceptaremos más propuestas que sean la reubicación o la cancelación del crédito”, sostienen ante la gente que se interese por su caso.
Esta solicitud ha sido retomada por Osvaldo Ávila Tizcareño, actual diputado local y líder Antorchista en Zacatecas ante la nula respuesta de la delegada federal. Desde la tribuna de la 62 legislatura del estado, a través del conducto del legislador se hizo un exhorto a Gabriela Rojo Medina, funcionaria federal a cargo del Infonavit para que busque una solución definitiva al problema de los afectados en su patrimonio.
Pasaron varias semanas hasta que finalmente el pasado 1 de diciembre se llevó a cabo el nuevo recorrido de verificación para determinar “otra vez”, los daños que presentan las viviendas, por lo que el legislador ha manifestado su inconformidad, ya que no es posible que un asunto de esta magnitud que ha sonado tanto en los medios de comunicación y que fue llevado a la máxima tribuna del estado y votado por el pleno del Congreso, sea visto con tanto desdén por parte de la titular del Infonavit.
Osvaldo Ávila Tizcareño, se comprometió con los defraudados a gestionar recursos ante la federación y el estado con el fin de rescatar de la desgracia a familias del municipio de Guadalupe y pide que la delegación intervenga y tome su responsabilidad y que sea congruente con la finalidad de “contribuir a la prosperidad de México siendo la institución que acompaña al trabajador (a) a lo largo de su ciclo de vida, ofreciéndole soluciones que permitan incrementar el patrimonio y el bienestar de su familia y su comunidad a través de la edificación de viviendas dignas”, objetivos que están pendientes en esta colonia.
En el portal del instituto también se puede leer: “Hoy el Infonavit cuenta con una métrica que permite cuantificar el impacto en calidad de vida a nivel objetivo, basándose en características verificables de la vivienda y su entorno, la Evaluación Cualitativa de la Vivienda y su Entorno (Ecuve). Asimismo, el instituto cuenta con un indicador que permite medir la calidad de vida a un nivel subjetivo, basándose en las percepciones de las personas, el Índice de Satisfacción del Acreditado (ISA). Por el último, Vida Integral Infonavit es el programa del Instituto que informa a los acreditados sobre los conjuntos que cuentan con las mejores características que mejoren su calidad de vida y aumenten el valor de su vivienda”.
A pesar de lo anterior se debe decir que el objetivo con el que fue creado el Infonavit hoy está rebasado por el afán de ganancia de las empresas constructoras, a las que no les importa la calidad de los materiales empleados con tal de ahorrarse dinero, lo que provoca que la calidad de una vivienda terminada sea la mayoría de las veces mala, lo que empeora la situación es que este abuso se comete con la complacencia de autoridades.
Allí está como testigo el fraccionamiento “Rincón Guadalupano”, en el municipio de Guadalupe, como un caso que aún no se resuelve a pesar de los objetivos con que fue creado el Infonavit, una institución de la que guadalupenses siguen esperando una respuesta satisfactoria.
De lo que estoy seguro, es que el diputado Antorchista y el movimiento en su conjunto, no abandonarán a defraudados y ni descansarán hasta resolver este caso, para lo cual se sigue exigiendo la intervención de Gabriela Rojo Medina.