Por: Manuel Ibarra Santos

 

• Con escuelas en condiciones deplorables, no se puede aspirar a la excelencia educativa.
• Amerita en Zacatecas operar un amplio programa de infraestructura escolar.
• El impacto del programa Escuelas al Cien y la inversión financiera en Zacatecas.

Una vertiente de la reforma educativa que es necesario atender con cierta urgencia, como una condición necesaria para auspiciar procesos de enseñanza de calidad <aunado al acompañamiento con maestros capaces, contenidos pedagógicos adecuados y planes modernos>, es la de  contar con infraestructura física escolar funcional y en buenas condiciones.

Ese es el objetivo del programa Escuelas al Cien, puesto en operaciones el pasado mes de febrero por el gobierno federal y cuya finalidad es invertir 50 mil millones de pesos,  para mejorar 33 mil planteles en el país, en  beneficio de cinco millones de alumnos. ¿Pero cuál será la participación de Zacatecas en este tipo programas? ¿Será amplia o marginal?

A propósito de esto (hay que reconocerlo con honestidad),  amerita en nuestro Estado impulsar un vasto programa de infraestructura escolar con visión estratégica, debido a que las condiciones físicas de muchos de los planteles del sistema educativo zacatecano son deplorables y bajo esas circunstancias es imposible aspirar a una educación de calidad, como lo estipula el artículo tercero de La Constitución Política de México.

El último y más reciente censo nacional sobre escuelas y profesores,  revela que en Zacatecas el 43 por ciento de sus planteles de educación básica carecen de drenaje, el 20 por ciento no cuentan con agua, el 8.4% no tienen energía eléctrica, el 7.3% padecen la ausencia de sanitarios, más de mil centros escolares tienen techo con material inadecuado y sólo una tercera parte del total de las escuelas gozan de interconectividad.

Esta realidad que muestra la existencia de una planta física deplorable del sistema de enseñanza público en la entidad, reclama que todo proyecto político factible para el desarrollo de Zacatecas, considere la implementación de un gran programa de construcción de infraestructura física, si es que se quiere estimular una educación de calidad.

Durante mucho tiempo en México como en Zacatecas el mayor porcentaje de la inversión educativa (más del 90 por ciento) se ha concentrado en el pago de servicios personales y de operación, y en cambio se olvidó atender el gasto de capital, al que se ha destinado menos del 2%, cuando en los países miembros de la OCDE ha sido en promedio superior al 8%.

EL PROGRAMA ESCUELAS AL CIEN, EL MONTO DE SU INVERSIÓN Y LA SITUACIÓN DE ZACATECAS.

El programa Escuelas al Cien representa, efectivamente, la estrategia  más ambiciosa de la que se tenga memoria en materia de infraestructura física escolar, en la historia del país. En el segundo semestre del  2015 y en el transcurso del presente año, se acumulará un ejercicio presupuestal, en este rubro, superior a los 16 mil millones de pesos.

Tan sólo en el 2016, este extraordinario programa ejercerá un presupuesto superior a los 10 mil millones de pesos en la república, de los cuales sólo el 1.7% se destinará a Zacatecas, que representan algo así como 186 millones de pesos, que no son nada despreciables, pero que serán insuficientes para cubrir los requerimientos, demandas y necesidades sobre infraestructura educativa en la entidad.

Los recursos del programa Escuelas al Cien se habrán de distribuir de acuerdo a las fórmulas y reglas de operación del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), en su componente de infraestructura educativa, que considera entre otros elementos base, la matrícula, la asistencia escolar, el crecimiento de la población, el índice de marginación y la migración interestatal.

En todos los escenarios prospectivos, lamentablemente, Zacatecas se coloca como uno de los estados del país que menor  inyección de recursos federalizados recibirá para programas de infraestructura educativa, acompañado por Campeche, Tamaulipas y Baja California Sur. En contraparte, los que más recursos recibirán por este concepto son Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Durango, Tlaxcala, Nuevo León y Estado de México.

LA REFORMA EDUCATIVA SIN REVERSA, LA CAPACITACIÓN DOCENTE Y LA EVALUACIÓN AL DESEMPEÑO.

La reforma educativa nacional sigue, mientras tanto, su ruta y marcha incontenible, no obstante las inercias que pretenden obstaculizarla. El día último de febrero se publicaron los resultados de la primera evaluación nacional al desempeño docente a la que  acudieron en el país 134 mil profesores. En promedio el 80 por ciento de ellos lograron resultados que les ubicó en los indicadores de suficiente, bueno y destacados y el 20% en insuficiente.  Es cierto, el desafío para ser mejores es descomunal. En abril comenzará, por otra parte, el programa de capacitación continua para los profesores de México y Zacatecas.

La formación y capacitación de los docentes del país es un eje vertebrador, sin duda, para aspirar al éxito de la reforma educativa nacional; sin embargo el componente de la infraestructura física escolar es un elemento también esencial.

En la ruta de los cambios gubernamentales que se avecinan en Zacatecas, no se puede desdeñar ninguna de las vertientes de la reforma educativa. Y el tema de la infraestructura escolar resulta crucial.