Con el arranque de la edificación de 186 mil nuevas viviendas, el Gobierno de México dio el primer paso hacia el cumplimiento de su ambicioso objetivo sexenal: construir 1.1 millones de hogares para quienes más lo necesitan. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó que esta acción no solo garantiza un derecho constitucional, sino que también impulsa el desarrollo económico y social del país.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que el programa Vivienda para el Bienestar tiene como prioridad a los sectores más desfavorecidos, al tiempo que fortalece uno de los motores económicos más importantes: la industria de la construcción. Se prevé que en los próximos seis años se generen más de 9 millones de empleos directos y 14 millones de empleos indirectos, lo que representa una fuerte derrama económica en todo el país.

La estrategia contempla la participación de diversas instituciones como el Infonavit, la Conavi, el Fovissste y la Finabien, que trabajarán en conjunto para otorgar créditos accesibles, mejorar viviendas existentes y entregar escrituras que brinden certeza legal a las familias. Este año se invertirán 128 mil millones de pesos, con los que se estima una derrama de 196 mil millones de pesos a nivel nacional.

Además, se anunció un censo para detectar viviendas abandonadas o vandalizadas, con el fin de darles un nuevo uso. También se condonarán deudas a trabajadores con créditos antiguos o que han pagado más de lo prestado. Esta política, aseguró Sheinbaum, es parte de un modelo que busca garantizar derechos y construir un país más justo desde la raíz: el hogar.