Coincidente con la conmemoración del 133 aniversario de su natalicio, y en reconocimiento a su trayectoria musical, la Sexagésima Primera Legislatura del Estado develó, en sesión solemne, el nombre de Manuel M. Ponce Cuellar con letras doradas en el muro de honor.
Como invitados especiales y testigos de honor acudieron Jaime Santoyo Castro, secretario General de Gobierno con la representación del gobernador Miguel Alonso Reyes, el presidente del Poder Judicial del Estado, Juan Antonio Castañeda Ruíz, ellos y el presidente de la mesa directiva, diputado Javier Torres Rodríguez, hicieron caer la cortinilla y dejaron al descubierto el nombre de Manuel M. Ponce Cuellar.
Manuel M. Ponce fue considerado niño prodigio de la música, ya que desde los seis años de edad tocó el piano, con el tiempo, se convirtió en el primer Mexicano con proyección internacional; dominaba varios idiomas, se desempeñó como docente, crítico musical, editor, investigador, conferencista, administrador, director de orquesta, pianista y creador.
Sus composiciones abarcan diversos estilos; desde el barroco, clásico y romántico, al impresionista, neoclásico y neorromántico, con influencias de música cubana, española y por supuesto la mexicana. Hombre de vasta cultura, autor de más de doscientos escritos sobre tópicos musicales y editor fundador de diversas publicaciones musicológicas.
Su celebre composición estrellita le dio fama mundial, en la actualidad, su música se interpreta, se graba y estudia en todo el mundo, su figura se acrecienta con el paso del tiempo debido a la cantidad, calidad y diversidad de su producción. Manuel M. Ponce es un mexicano verdaderamente ejemplar, pues su legado constituye un gran orgullo para nuestro país y por supuesto para Zacatecas.
Con el homenaje perenne que Manuel M. Ponce recibe de los Zacatecanos al colocar su nombre en el muro de honor del recinto legislativo, se da cumplimiento al decreto 410, aprobado desde hace más de diez años por la Quincuagésima Séptima Legislatura del Estado.
Los honores a la bandera estuvieron a cargo de la escolta y banda de guerra del Ejército Mexicano, representado por la XI zona militar de Guadalupe, Zacatecas; la parte musical fue ejecutada por la banda juvenil de Tacoaleche, Guadalupe, bajo la dirección del maestro Arturo García Ortega, quienes interpretaron Estrellita y marchita el alma, dos de las canciones universales de Ponce.