El gobierno encabezado por Alejandro Tello extiende una invitación a los municipios unirse para erradicar la violencia de género. La Secretaría de la Función Pública (SFP) durante el mes de diciembre se reunió con las y los contralores para poner a disposición de los ayuntamientos el Protocolo para Prevenir y Atender el Acoso Sexual y Hostigamiento Sexual.
A raíz de lo mencionado, los municipios de Tepechitlán y Fresnillo son los primeros en implementar, ante la presencia de la titular de la SFP, Gabriela Alejandra Rodríguez Rodríguez, el Protocolo Municipal para Prevenir y Atender el Acoso Sexual y Hostigamiento Sexual.
La Secretaria de la SFP puntualizó que «desde el gobierno del estado estamos ciertos que todas las mujeres deben sentirse libres y seguras en su lugar de trabajo».
El protocolo es el primer paso para reconocer y atacar el problema de violencia de género, ya que ninguna modalidad de violencia hacia las mujeres debe ser minimizado, al contrario, debe actuarse en la justa medida para evitar desenlaces como los que se viven día a día, explicó Rodríguez Rodríguez.
Silvia Quiñones Leyva, alcaldesa de Tepechitlán se comprometió a darle seguimiento al protocolo para generar espacios de respeto entre hombres y mujeres dentro y fuera de la administración. «Hoy las mujeres tienen voz en esta presidencia municipal», dijo.
Por su parte Saúl Monreal Ávila, presidente municipal de El Mineral, destacó que Fresnillo es el primer municipio en publicar en su Gaceta Oficial el pronunciamiento «donde nos manifestamos de manera enérgica en contra de cualquier conducta que constituye acoso sexual y hostigamiento sexual, ya que son formas de violencia que se manifiestan como un ejercicio de poder de una persona como agresor hacia quién recibe el acto como víctima».
Asimismo, Sonia González de Luna, subdirectora de Responsabilidades de la SFP, quien expuso la finalidad del protocolo, destacó que es importante que cada actividad realizada a favor de la igualdad entre hombres y mujeres se haga permanente en cada gobierno y en todos los espacios.
En el protocolo citado se definen los lineamientos y procedimientos para denunciar, investigar y sancionar el acoso y hostigamiento sexual, bajo los principios de actuación y medidas que aseguren la no revictimización, protección, confidencialidad de las víctimas, así como las sanciones para los agresores.