La diputada Eugenia Flores Hernández, de filiación peredista, lamentó que algunas voces protagonistas quieran encumbrarse políticamente en el marco del proceso electoral, con relación a la votación de los diputados del empréstito de dos mil 050 millones de pesos aprobado el pasado 30 de diciembre.
Aclaró que el hecho de que ocho diputados del bloque opositor votaran a favor, se dio en razón de que éste se autorizó por la propuesta de que el gobierno sólo necesita el dinero para el pago de prestaciones salariales a los maestros, unos 700 millones de pesos.
Los otros un mil 350 millones contemplan una reestructura de la deuda a corto plazo. “Y eso es lo único que este gobierno necesita para sus compromisos inmediatos”, aseguró.
Dijo que con esta decisión se evitará un desfase mayor en los gastos del Poder Ejecutivo, “pues se entienden las pretensiones de adquirir más deuda pero no para beneficio de los zacatecanos en rubros débiles como la salud, la educación y el campo, entre otros, sino con un claro propósito enmarcado en el proceso electoral en marcha”, asumió la diputada local.
Dejó en claro que el hecho de haber votado al igual que otros siete diputados del bloque opositor a favor, “no garantiza de ninguna manera una sumisión a Ejecutivo”, mucho menos que haya habido presión o chantajes para aprobarlo; y porque siempre hemos sido críticos de las malas políticas públicas desde el inicio de este sexenio que afortunadamente está a punto de concluir, dijo.
“La aprobación del empréstito no define congraciarse con el feudo del ejecutivo”, concretó, “al aprobar el monto estrictamente necesario, ratificamos nuestro compromiso por el bien común y lo hacemos con una alta responsabilidad, valorando la estrategia fallida financiera del gobierno estatal y al contemplar aquellos rubros que requieren mayor atención presupuestaria para no dejar caer programas sociales importantes”.
Coincidió finalmente con lo expuesto por el coordinador la bancada del PRD, Iván de Santiago Beltrán, pues se tomó en cuenta que la afectación para todos los trabajadores no tiene soporte presupuestal y se quiere seguir evitando en lo posible el concurrente déficit que arrastra el sector educativo y una deuda que se alargaría a plazos inimaginables, con el peligro de dejar al estado en completa bancarrota.