Por Marco Antonio Flores Zavala
La Constitución chilena
Marco Antonio Flores Zavala
Hoy, en el transcurso de este domingo 4 de septiembre, en la lejana República de Chile se realizó un plebiscito para aprobar o desaprobar un nuevo texto constitucional.
La aprobación tiene su propia agenda; es producto de la emisión de órganos constitucionales previos y distintos al gobierno de Gabriel Boric.
*
La Convención Constitucional –en México le llamamos Congreso Constituyente- fue elegida en mayo de 2021. En ella se obligó, por mandato de ley, “paridad entre hombres y mujeres y escaños reservados para los pueblos originarios”.
La reunión de la Convención y la propuesta de un nuevo texto fundamental provienen de acuerdos políticos establecidos luego de duras movilizaciones sociales que pusieron entredicho la estabilidad política del país.
De aprobarse, la nueva Constitución sustituirá la elaborada durante el régimen dictatorial del general Augusto Pinochet. El texto proyecta un nuevo modelo de integración jurídica y cultural en un país latinoamericano.
El texto constitucional no se ciñe en la geometría simple de derecha, izquierda o centro.
*
En el contexto de las constituciones, el chileno es la propuesta más nueva en el orbe. La Constitución más antigua es la estadunidense, de 1789. Del siglo XIX son las de Argentina, Bélgica, Luxemburgo y Noruega.
La Constitución de México es la decana del siglo XX (1917) y de América Latina.
Le siguen las que debieron redactarse entre las guerras y las inmediatas al concluir la segunda guerra mundial: Italia, Japón y Alemania.
*
La asamblea chilena se integró con 155 personas, 78 hombres y 75 mujeres. Al final firmaron 154. El convencionista más joven es de 20 años. Con ellos se congregaron 17 representantes de diez naciones indígenas (allá y a veces acá les denominamos “pueblos originarios”).
Los convencionistas (acá les llamamos diputados constituyentes) tuvieron nueve meses para redactar el texto propuesto que hoy se somete a plebiscito.
La papeleta que tendrán la ciudadanía contiene la pregunta: “’¿Aprueba usted el texto de Nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?’. Y se debe elegir entre las alternativas Apruebo o Rechazo.”
La consulta de hoy fue obligatoria.
La presidenta de la Convención es la odontóloga María Elisa Quinteros y el médico Gaspar Domínguez funge como vicepresidente. La mesa inicial la dirigieron la lingüista Elisa Loncon y el profesor de derecho Jaime Bassa.
*
La propuesta del preámbulo dice: “Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático”.
*
La posible nueva Constitución está formada con 388 artículos, distribuidos en 11 capítulos y 57 disposiciones transitorias que marcan la agenda del porvenir legislativo y del gobierno de la República.
*
En el documento hay muchas palabras viejas, entre sustantivos y adjetivos, como Estado y nación. Incluye la designación de diferentes actores: niñas, pueblos indígenas, disidencias sexuales y de género, hasta lactantes…
*
El texto chileno es un documento que regularía el porvenir y generará referencias y contrapuntos.
En el portal de la BBC se señala seis puntos novedosos: la democracia paritaria; la definición de un Estado plurinacional e intercultural; un Estado social y democrático de derecho; «Asegurar condiciones para embarazo, interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos»; el agua es “inapropiable”; y algunos puntos del sistema político.
El sitio alemán DW Made in minds señala el perfil feminista del texto propuesto…
En México, más allá de las notas rutinarias de la prensa –casi todas se tienden a sus posturas de derechas-, las influyentes revistas Nexos y Letras Libres no han acogido filias y fobias en sus análisis.
*
A las 19:00 horas, tiempo de México, el rechazo al texto propuesto como nueva Constitución ha sido rechazado en el plebiscito.
Sigue la reunión de una nueva Convención Constitucional y la propuesta de un nuevo texto que deberá también que ser votado entre el pueblo soberano.
La obligación es sustituir la actual Constitución, vigente y proyectada durante la dictadura de Pinochet.