Por Guillermo Guerrero Viramontes
A pesar de que Andrés Manuel López Obrador lleva más de cuatro años al frente del gobierno de la República, no se ven por ningún lado las mejoras prometidas al campo mexicano, la pobreza campea en los ejidos y comunidades rurales, mientras que la tan anunciada autosuficiencia alimentaria no se ha logrado porque la política no se traduce en verdaderas mejoras para los productores.
El gobierno federal prometió “ayudar a los campesinos”, sobre todo a los más pobres para incrementar la producción con el ensueño de “ser autosuficientes”, se les dijo que para lograr el incremento en la producción se les darían las facilidades; pero resulta que aún no llegan los tractores e implementos a bajo costo, o en su defecto créditos blandos que le permitan producir en mejores condiciones y ser competitivos; por el contrario, el costo de los insumos, de fertilizantes y semillas así como de la energía eléctrica en los pozos de riego se ha incrementado en más del 100%. Ya transcurre el 2023 y el apoyo esperado por el campesino no llegó ni en la cantidad que se requiere, ni en el tiempo oportuno.
Ahora bien, puesto que son del mismo partido político, ¿qué está haciendo el gobierno del estado para lavarle la cara al federal? Desde mi punto de vista, el gobierno de David Monreal está implementando programas de muy poco apoyo, por lo mismo no resuelven ni a corto, mediano ni largo plazo los problemas de los campesinos.
Veamos, dice el portal: Zacatecas.Gob.Mx que se han destinado al campo zacatecano 1 mil mdp (millones de pesos) en los 2 años y que este 2023, unos 40 mil productores agropecuarios serán beneficiarios directos de programas estatales convenidos con el Gobierno de México y los municipios.
Durante la conferencia por la transformación a cargo de Jesús Padilla Estrada, Secretario del Campo, quien estuvo acompañado de Lindiana Bugarin, Subsecretaria de Ganadería y de José Rodríguez, Subsecretario de Agricultura, se dijo que este año la inversión en estas áreas se duplicará pues está proyectada la cantidad de 79.3 millones para impactar positivamente a más de 18 mil zacatecanos.
Se aseguró que hasta el mes de marzo el gobierno de Zacatecas ha firmado 44 convenios con gobiernos municipales, lo que ha asegurado una inversión de 150 millones gracias a la mezcla de recursos. Según estos datos, poco más de 75 millones es el apoyo real del gobierno al campo, porque se le pide al productor el 50% y con dicha aportación llegarán este 2023 a poco más de 150 millones; pero la cosa se hace insuficiente si dividimos los 75 millones entre los 44 convenios con los municipios, pues esto daría 1 millón 700 mil pesos de apoyo a cada uno y ¿que resuelven los presidentes municipales con estas cantidades? Prácticamente nada.
Ahora se explica el porqué de las aportaciones exageradas que se les piden a los productores si quieren acceder a algún programa, por ejemplo el de ovinos, donde el paquete de 5 vientres y un semental cuesta 32 mil, y el productor debe aportar 6 mil 400 pesos; el de caprinos está por el mismo estilo, 5 vientres, un semental, el paquete cuesta 34 mil 500 pesos y la aportación es de 6 mil 900 pesos.
Los paquetes, sean agrícolas o ganaderos, no están al alcance de la mayoría de los campesinos, que por tener poca tierra, sea de agostadero o de temporal quedan fuera de estas actividades gubernamentales. Creo que lo justo sería otorgarle el apoyo sin ninguna aportación, pues el gobierno pierde de vista el trabajo y el alimento que tiene que poner el productor una vez entregado el proyecto, aún en ese caso se estaría entregando el proyecto al 50% o qué, ¿no vale la mano la obra y el alimento que todos los días se debe aportar? Parece que para el gobierno estas acciones no tienen validez.
Por eso, llegó la hora de entender que tales políticas de los gobiernos, sean del color que sean, en el fondo siempre van a beneficiar al productor rico, porque ellos sí tienen la capacidad de pagar el 50% del costo de maquinaria, insumos e implementos que se ofrecen en los eventos del mandatario estatal, mientras que la inmensa mayoría se queda como siempre, “nomas mirando”.
Y ante esta situación ¿qué pueden hacer los campesinos pobres para acceder a los apoyos y proyectos de su interés? Pues la salida, como sucedía con los gobiernos de antes, es usar la fuerza que da la unidad, el número y su organización para ser tomados en cuenta y sean beneficiarios de apoyos significativos pues ahora existe una situación más complicada y es imposible salir adelante sin el respaldo del gobierno.