Empieza la cuenta regresiva para los candidatos y partidos políticos, empezarán a velar armas y concentrar toda su atención en la jornada electoral del próximo 7 de Julio.
Lo más importante de todo, independientemente de quienes resulten ser los ganadores, todos los ciudadanos debemos acudir a hacer efectivo el voto, lo contrario mata nuestra incipiente democracia.
Estoy sorprendido por el número de ciudadanos que harían a un lado la política: “Porque no me gustan los candidatos, o por apatía se quedaran en casa”.
Cientos de columnistas y politólogos en México refieren, por ejemplo, el excesivo gasto de miles de millones de pesos que se tiran a la basura durante las campañas políticas y esto sucede en cada proceso electoral, mientras millones de mexicanos no tienen qué comer, ni trabajo ni casa ni servicios de salud.
Es demasiado el dinero que se invierte en las campañas electorales, y aun así hay quienes promueven el no votar, o peor aún, votar en blanco.
Imagínese usted, invertir tiempo y esfuerzo, para finalmente anular el sufragio. “Sale más caro el caldo que las albóndigas”.
Un país con índices de pobreza como los que hay en México no puede permitirse el lujo de hacer gastos excesivos en las campañas electorales. Esos recursos podrían destinarse a impulsar el combate contra la pobreza y al desarrollo social.
Analicemos ante todo las propuestas de cada uno de los candidatos, y se reflexionen, y se vote de acuerdo a los principios y normas, para que así el sufragio sea responsable y razonado.
«Ante este importante acontecimiento, del que depende en buena parte el presente y el futuro de nuestras ciudades, parece oportuno recordar que en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica”.
Los ciudadanos debemos participar en la política como ciudadanos responsables, por el bien de todos. La solución a la corrupción no es abandonar la política sino participar en ella pero con honestidad y principios. Esto debe aplicar primero a nuestra vida pero, si esta es auténtica, se manifiesta también en la política.
Todo aquel que ha proclamado que quiere prestar un servicio, un servicio a nuestro estado en funciones muy diversas, tiene que mostrar en la práctica que en realidad ha llegado a ese puesto para servir y no para servirse, no para enriquecerse; sino para dar lo mejor que tiene en favor del pueblo que tanto lo necesita.
Se deben estudiar las propuestas antes de apoyarlas. Hablar es fácil, obrar en la verdad cuesta la vida. Hay que buscar la verdad con la mayor objetividad posible. Más que basarse en lo que dicen los políticos, hay que analizar lo que han hecho para ver si son coherentes, íntegros y honestos
El hecho de que haya mucha corrupción en la política no exonera al votante de su responsabilidad.
El que no vota o vota sin atención es culpable de los malos resultados.
EN FIN nuestro estado va a vivir el próximo domingo una dura jornada electoral, que parece pinta difícil, las campañas negras empañan el proceso, pero esperemos que los ciudadanos seamos más grandes y más inteligentes y que vayamos todos a las urnas a demostrar nuestra madures política.