LA DÉCADA DE DON SIGIFREDO NORIEGA BARCELÓ

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestShare on TumblrShare on LinkedInEmail this to someone

Por Marco Antonio Flores Zavala

El Otoño 20-22 inició. Los primeros días fueron con ambiente frío y cielos nublados. Cada Otoño recuerdo “El otoño recorre las islas” de José Carlos Becerra. Inevitablemente el tema y personaje me lleva a La mañana debe seguir gris, de Silvia Molina.

*

Desde la penúltima semana de septiembre debí cerrar cursos y preparar seminarios, también me enfrasqué en exposiciones públicas: una para la Legislatura del estado, allí presenté información sobre el ascenso de un diputado que defendió la Constitución federal de 1857 local –una biografía singular en la clase política local, Jesús G. Ortega-.

En esa ocasión hablé del proceso de formación del Estado, el constitucionalismo histórico y cómo fueron las biografías de los políticos de mediados del siglo XIX. Sin ese político zacatecano, ni Juárez ni intervención francesa hubiesen ocurrido; obvio tampoco la separación entre la Iglesia y el Estado en México.

Para mi sorpresa, el auditorio estuvo atestado. En esa exposición no acudí sólo, fue una mediación entre el Cuerpo Académico 252-UAZ y la Comisión que preside la diputada Yunuén Santacruz Márquez. Apoyó la Biblioteca y Archivo del Poder Legislativo, dirigido por la doctora Marlem Silva [(2) Facebook].

*

La siguiente labor fue la participación en el Diplomado “Aristas de la modernidad. Sociedad, pensamiento, educación y tecnologías”, que coordina la doctora Evelyn Alfaro Rodríguez, del Doctorado en Educación y Gestión Pública. El proyecto facilita para actualizar lecturas, conversaciones y nuevas visiones. Los diplomados son requisitos indispensables para las evaluaciones académicas, tanto como asistentes, como expositores.

El Diplomado tiene un abanico de expositores, que van desde profesores de Argentina y Polonia, pasando por El Colegio de Michoacán, Tecnológico de Monterrey, Universidad de Jaén y profesores de la UAZ de diferentes unidades académicas. El Diplomado ha tenido el acierto de difundir las exposiciones vía Facebook y grupo de Zoom [Aristas Modernidad Live Stream – YouTube].

En este curso expuse “Los masones, entre la tradición y la modernidad”. Describí porqué eran modernos los discursos, las prácticas, los sujetos, pero también cómo acarreaban tradiciones que detenían lo moderno y cómo se transforman los modos de hacer sociedad entre ambas facetas.

*

Ya no sigo, porque este texto debería ser para opinar sobre el robo de información a una institucional gubernamental. También podría citar la visita de Rembrandt y cómo impactará en el imaginario y el hacer museo en Zacatecas.

Mis felicitaciones al Museo de Guadalupe por tan internacional acción, pues pondrá en pregunta a los museos de Zacatecas, sobre los diálogos que debe fomentar y no reducir a exposiciones temporales y sin contrapunto los acervos.

*

Dicho todo lo anterior, me centro en valorar los primeros diez años del gobierno episcopal de don Sigifredo Noriega Barceló.

Recuerdo el boato gubernamental que se organizó cuando su arribo y ceremonias respectivas para hacerse cargo de la diócesis de Zacatecas. En aquella ocasión escribí: “Sigifredo, obispo católico: UNA DISCULPA: No es nuestra responsabilidad que algunos te reciban como si fuese domingo de Ramos (hipocresía). Qué pena por el dispendio de nuestros impuestos. Tú, hermano, eres bienvenido como ciudadano de bien y trabajo.”

Al día siguiente opiné sobre elaparatoso recibimiento del gobierno de Miguel Alonso. Entonces hablé de las violaciones constitucionales, el debilitamiento del Estado Laico y que suponía el obispo iría a lo suyo.

En diez años he tratado a don Sigifredo no más de cinco ocasiones: en un conversatorio televisivo, durante las conmemoraciones lopezvelardianas, en actos de corte social –inauguración de exposiciones, intercambio de libros y algo más-. Una ocasión participó en la revista Crítica, forma y fondo sobre Nanotecnología. Entonces celebré su visión e intervención secular.

Cada lunes lo leo en los periódicos –aparece inevitablemente en las portadas-. Ojeo en redes sus emisiones, todas de corte religioso. Unas veces he declarado mi oposición a sus decires, otras he coincidido.

Monseñor es una voz reconocida como autoridad –representa a miles de su grey- influyente y mantienen su influencia como tal. Su forma de hacer política es discreta, moderada y prudente: se reúne con políticas y políticos, burócratas y tal. En su momento declaró su oposición al reconocimiento de derechos diversos para las personas. A veces, las más, lo miro caminando solo, sin prisa y tal. Nunca elegante ni ostentoso, pasa por un habitante inmerso en el paisaje de la ciudad capital.

Deja un comentario